Hijo de familia puritana, Edvard Munch camina por los barrios obreros y las noches bohemias de Oslo guiando al lector por una Europa decimonónica en pleno apogeo cultural e industrial. Es este un viaje pictórico para descubrir al Munch menos conocido, artista eclipsado por su obra, un autor que —al igual que Van Gogh— no vendió un cuadro en vida. Desde su encuentro casual con el dramaturgo Henrik Ibsen o su relación amistosa con el extraño August Strindberg, hasta su tete-à-tete con Oscar Wilde o el pseudo flirteo con la hermana de Friedrich Nietzsche (enésimo fracaso amoroso en su haber), Munch va aprendiendo de la vida lo que luego plasmará como nadie en su obra. Con un tratamiento a tres tintas (blanco y negro para la narración en tiempo real y azul para los flash-backs) y carboncillo sin entintar, Giorgia Marras da a conocer a un artista verdaderamente incomprendido desde un enfoque inusual y poético.