Un cómic nuevo de Juanjo Sáez produce el sudor frío que solo son capaces de generar los favoritos; Juanjo Saéz es favorito desde siempre desde sus inicios en ‘Círculo Primigenio’ y desde su ‘Viviendo del Cuento’, aquel primer libro largo donde se recopilaba parte de su material publicado en medios de diversa índole que iban desde las revistas de tendencias hasta los periódicos. En esta nueva entrega repite fórmula y bajo la coartada de la recopilación repasa parte de lo que ha aparecido después de ‘Viviendo del cuento’, oséase un especie ‘best of’ segunda parte.

El caso es que como decíamos se trata de un coartada que además de permitirnos disfrutar de historietas que sólo se publicaron en prensa nos permite disfrutar también de la revisión en voz alta que hace el propio autor del camino andado hasta ahora.
Mediante la figura oscura de su alter ego, Saéz elabora un mordaz diálogo con su lado crítico que le permite repasar los diferentes ámbitos de su producción: su cambio de registro hacia temáticas más amplias, sus manías, sus agobios, sus miedos. Una confesión de una honestidad brutal que persigue el (siempre complicado y doloroso) ejercicio de la autocrítica y lo que es más importante la exégesis de la creación juanjosaeciana (si me permiten la pedanteria).
Juanjo Saéz reconduce el conocido principio de Protágoras (‘El hombre como el principio de todas las cosas’) hasta los extremos del egocentrismo para un crear una genial representación de la realidad que le rodea. La medida es el YO y el resultado es una lúcida aproximación al territorio de la creación gráfica; con algunos capítulos memorables como por ejemplo su traumática experiencia con algunos rotativos de renombre como El País y El Periódico de Catalunya, acostumbrados a colaboraciones gráficas adiestradas.
Magistral.