Esta obra está llena de pequeños momentos brillantes en los que, por ejemplo, el disparo de un rayo rompe el esquema típico de lectura y nos lleva por media página hasta atinar a su objetivo, el marco de la viñeta se rompe por una explosión o la narración se ve interrumpida por un anuncio de televisión. Son recursos como estos los que, unidos al excelente dibujo, nos impulsan a leer una página tras otra, llevándonos de la mano por un mundo creado con una maestría admirable.
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