La pequeña forastera es fascinante, con un toque oscuro que de momento sólo se puede adivinar ya que éste es el inicio de la historia, pero que tiene muchísimo potencial para desarrollar la trama. La mitología de la obra es rica y dota a su mundo de coherencia interna; a pesar de caer en la tópica dicotomía entre luz y oscuridad, es fresca y genuinamente interesante. Su dibujo tierno e infantil, pero también opresivo y retorcido, acompaña a una historia que, a su manera, reinventa el cuento de hadas tradicional.
Leer toda la reseña