La historia de Rokudenashiko se hizo especialmente famosa cuando acabó detenida tras montar en una canoa hecha con la forma de su vulva. Lo que tanta gente no sabe es que esta artista empezó haciendo deco-man, una especie de dioramas (también con la forma de su vulva) sobre los que componía distintas escenas. Obscenidad recoge todo este proceso junto con su posterior paso por la cárcel y reflexiona sobre cómo la sociedad japonesa trata las representaciones de genitales de forma desigual.