D4ve es la historia de un superviviente, uno de los robots que consiguió acabar con los humanos y con toda raza viviente de la galaxia. Ahora como al resto de robots le toca seguir con su vida en el planeta Ti3rr4. Una vida corriente; trabajando en la oficina, mujer y pensar en formar una familia. Y es que los robots replican las costumbres de los humanos que los programaron, pero D4ve no ha conseguido desprogramarse de su pasado militar y va a tener su crisis de los 40 justo cuando una nueva raza alienígena llega para conquistar la Tierra.
Ryan Ferrier y Valentin Ramon presentan en D4ve una sátira de ciencia ficción de aires clásicos, humor de sal gruesa y la debida carga de crítica social. Ryan construye unos robots que se creen más humanos que los propios humanos, replicando incluso las actitudes de la capa de normalidad que ha construido la sociedad para ocultar sus vergüenzas. Un tono de sátira de ciencia ficción que recuerda a los clásicos de los 80, y no de forma casual: los lodos de nuestros tiempos vienen de aquellos barros.

Valentin Ramon lo tiene en cuenta en el diseño, las páginas tienen un aire a los clásicos del género europeo. Los robots recuerdan a los diseños de Hajime Sorayama de aquella época, en la que nos vendieron un futuro siglo XXI prometedor al mismo tiempo que nos avisaron de las distopías sociales que al parecer son hoy una realidad. No está mal reírse de lo peor de nosotros mismos, o de los robots que heredarán la Tierra tras la singularidad. Ferrier y Ramon lo consiguen con un cóctel trufado de robots con grandes armas, robots adolescentes pajilleros y mal hablados, 600 voladores, grandes corporaciones y muchas explosiones.
Un tebeo de acción entretenido para echar unas risas con un poso de reflexión, publicado originalmente en los Estados Unidos por IDW (del que ya se han publicado dos secuelas: D4ve2 y D4veocracy) y que ahora edita en castellano Sapristi, ampliando el espectro de cómics para público juvenil de su interesante y ecléctico catálogo.