Genie Espinosa (Barcelona, 1984) se ha labrado un lugar en el mundo de la ilustración y despuntando con fanzines varios, antes de dar el paso, siempre valiente, de enfrentar su primera historieta larga, una novela gráfica con interesantes y diversos niveles de lectura.

-HOOPS es tu primer trabajo largo, ¿qué fue lo que te llevó a dar el salto?

Tenía muchas ganas de hacer algo largo, porque hasta ahora sólo había hecho cómics de doce páginas como mucho. Al pensar en la historia la quería hacer continua, volcando todas las cosas que más me gustan como la ciencia ficción y la vida de barrio. Fue un ejercicio y un reto a la vez, he disfrutado muchísimo del proceso y ver que al final sí que he sido capaz de cumplirlo.

-Está claro el homenaje a Lewis Carroll, aunque es verdad que la gente suele interpretar el original a partir de la película de Disney, y yo creo que en tu caso has mirado más al original, adoptando forma de cuento para un mensaje profundo, adulto y, como en el caso de Carroll, crítico con la sociedad.

-¡Sí! Entiendo que es inevitable compararlo con Alicia, sencillamente por cómo ellas llegan al otro mundo, la verdad es que llevaba tiempo experimentado cómo hablar de los agujeros de gusano (o en este caso, del puente de Einstein Rosen como se puede ver en la página que hice para el Diari Ara en 2019). Bebe de todo lo que ha influido en mí, y de Alicia tengo muchísimos buenos recuerdos de la película de Disney porque de pequeña no entendía nada y me alucinaba y tengo recuerdos del libro de Lewis Carroll porque fue unos de los primeros audiolibros que escuché cuando me mudé a Reino Unido para practicar inglés. Al final es increíble ver cómo se fusiona todo.

Quería hablar de lo solo que puedes sentirte cuando no tienes a nadie con el que compartir las cosas que te gustan y de la sensación de formar parte de un grupo

 

-Por otro lado como crítica es un relato positivo, viene a decir “así sí”, a iluminar el camino bueno a través de la relación de sus protagonistas.

– Sí, sí, sí, sí, sí y más sí! Quería hablar de amistad, de confianza y de como muchas veces las cosas no las puedes arreglar tú solo. Es importante para mí hacer la reflexión de dentro hacia afuera, pero a veces no basta con lo que aprendes de ti mismo, necesitas aprender a confiar en un soporte para llegar a donde quieres llegar. Ellas son complejas por si mismas, pero es verdad que sin el trabajo en equipo el resultado no hubiera sido el mismo.

-Carroll era muy político. Explícito dentro de su necesaria forma metafórica. ¿HOOPS lo es también, en algún sentido?

– Yo creo que más que político tiene voluntad de hablar de experiencias por las que quizá hemos pasado todos, sobre todo en una época tan frágil como es la época del instituto, donde estamos todos a “medio hacer” con mucha carga emocional y en un momento de tomas de decisiones que pueden afectar algunos de los años venideros. Quería hablar de lo solo que puedes sentirte cuando no tienes a nadie con el que compartir las cosas que te gustan y de la sensación de formar parte de un grupo en el que todas las relaciones son de igual a igual, donde se acepta todo y se celebra la diferencia.

-HOOPS es una historia de sororidad, algo que en los últimos años ha sido muy importante. Si pensamos en la quinta aquella de OT (¡estoy hablando de Operación Triunfo en una entrevista!) de Amaia, Aitana, Ana Guerra… la sororidad se puso muy, muy de moda, la idea caló fuerte en una generación de chicas muy jóvenes (el target de ese programa). Pienso que HOOPS se nutre de esta sororidad.

– Sí, HOOPS habla de amor y de compañerismo , habla de mujeres que se quieren muchísimo y que confían ciegamente entre ellas, no buscan debilidades en la otra, se cogen de la mano y “echan p’alante” sin miedo porque saben que pueden contar con la otra llegado el momento. Yo tengo una relación muy emotiva con los personajes, las quiero muchísimo por eso siempre que alguien me escribe o me comenta lo cerca que se siente de uno o otro personaje siento mucho calor en el corazón. Ellas son muy tiernas y muy fuertes a la vez y eso me encanta. Ojalá hubieran sido mis compañeras en el insti.

Buscaba un lenguaje que pudiera transmitir música y ritmo, cosas que eran muy importantes para mí en este cómic y querer rendir homenaje al manga.

 

-Parece que en cinco años la sociedad pudo haber cambiado, con los extremismos, la ultra derecha. HOOPS apuesta hoy por algo como la fuerza del apoyo entre mujeres en un tiempo en el que desde ciertos “lugares” quieren derrumbar ideas feministas que estaban socialmente aceptadas y asentadas hace tan solo un lustro.

– Pienso que es muy importante no dar marcha atrás y seguir estando orgullosas del lugar que ocupamos y que en ocasiones nos ha costado tanto tiempo y esfuerzo ocupar. En mi trabajo como ilustradora también intento hacer llegar esta idea, este sentimiento de pertenencia, este orgullo por ocupar espacio y estar orgullosas de ello. Creo que entre nosotras hay que hacer piña, en mi opinión la división te hace débil. Hay que tener una visión general, luchar por ella, en ningún caso el feminismo perjudica a nadie.

-Una cosa que destaco es el equilibrio en HOOPS entre lo más comercial y lo más experimental… la historia es clara y emocionante, el estilo, vibrante… a veces parece que estamos ante un spin off de Leñadoras (Sapristi) pero contado por Los Bravú.

– JAJAJAJ! Pues mira menudo piropazo. AMO con toda mi fuerza a los Bravú, tengo sus fanzines  y hasta una chaqueta customizada por ellos, desde luego son una de mis fuentes de inspiración. Creo que ese balance entre el experimento y lo comercial también es porque se nutre de  todas las cosas que me gustan (como Oscar Raña, Gabriel Corbera, Cristina Daura…) y  todos los años que llevo trabajando de manera comercial. Se ha creado de manera natural al experimentar para buscar un lenguaje que pudiera transmitir música y ritmo, cosas que eran muy importantes para mí en este cómic y querer rendir homenaje al manga por ejemplo, que también formó parte de mi adolescencia.

-Tu estilo pueden verse emparejado al de autores como los que acabas de citar, y por tanto hablaría de vanguardia… pero yo creo que estas formas de vanguardia, al menos cuando se emplean en relatos ortodoxos, se han asimilado como “nueva normalidad”. Pienso en Alex Hirsch (Gravity Falls), o la Hora de aventuras de Pendleton Ward. Y en el espíritu fantastique de Hayao Miyazaki. Creo que hay que asumir que lo comercial hoy pasa por formas muy renovadas, y renovadas desde hace ya mucho tiempo (acabo de citar posibles influencias que no son precisamente de 2019)

– Estoy totalmente de acuerdo, con la cantidad de estímulos que tenemos hoy den día y esas ganas de experimentación que se pueden ver en todas las series de animación actuales, o incluso en Instagram y Tiktok, hay mucha gente con ideas buenísimas muy muy nuevas que te pelan los ojos cada vez que tienes la suerte que se asoman a su feed. No creo en las diferencias o si algo es mejor que lo otro, si encuentras una cosa que te remueve y te da esa vida pues p’adentro.

-Voy a volver a HOOPS. Me da la sensación de que incluso puede ser perfectamente una lectura para un o una adolescente. ¿Al hacerlo estabas pensando en algún lector más o menos tipo?

– No, la verdad es que no tenía en mente un público concreto, no creo que HOOPS tenga rango de edad, pero sí creo que es disfrutona para todas las edades y géneros, quien le tenga ganas que lo lea y si cree que hay un adolescente que tenga que leerlo que se lo regale. Creo que no hay mejor cosa que regalar libros o cómics que te han molado en plan DISFRUTA ESTO PORQUE YO ME LO HE PASADO BRUTAL. Otra de las cosas que más me gustó de hacer HOOPS es trabajar en los diferentes niveles de lectura, entonces puedes pasar por la historia y echar un buen ratito o puedes rascar un poco más y ver hasta dónde llegas.