Tal día como hoy, concretamente un 28 de febrero de 1957 en Le journal de Spirou n° 985, Gaston Lagaffe hacia su primera aparición en público.
Rodeado por unas huellas de zapato vestido con chaqueta y pajarita (nunca más le volveremos a ver tan elegante) a las puertas de la redacción de Spirou. Nadie sabe ni quién es, ni que hace allí ni tampoco cual es su nombre. Ni un solo detalle acompaña la extraña figura de este personaje

Al cabo de una semana volverá a aparecer, esta vez sin corbata y con la puerta de la redacción cerrada a sus espaldas. Por fin en el número 987 Spirou se atreve a interpelarle:
“-¿Quién es usted?
– Gaston”
-¿Qué hace usted aquí?
– Espero
-¿Y qué espera?
-No lo sé, espero….
-¿Quién le envía?-Me han dicho que venga….”

Las incógnitas se empiezan a esclarecer y Gaston con esta curiosa carta de presentación muestra ya algunos los detalles de su personalidad.
Al cabo de las siguientes semanas Gaston irá apareciendo en las páginas de la revista, siempre con el propósito involuntario de pertrechar algún desastre en las páginas de la publicación.
Franquin su autor lo llegó a definir como un “héroe sin empleo”.
Así es como presentó el personaje a Yvan Delporte (redactor jefe de la revista Spirou):
“Oye, y si metieramos en la revista a un personaje nuevo tan tonto que ni siquiera aparece en una historieta”.
En 1960 Franquin traicionará los orígenes de Lagaffe y publicará la primera historieta dedicada por completo a Gaston. Evidentemente el invento al tratarse de Lagaffe no podía salir bien: originalmente publicada bajo un extraño formato (más parecido al de un talonario que no al de un cómic) el cómic fue distribuido en las librerías donde se trató como un folleto publicitario totalmente gratuito. A partir de ahí la carrera de Gaston conocerá un éxito fulgurante tanto entre el público infantil como entre el público adulto.
Para los niños Gaston es el adulto gamberro y despreocupado que les gustaría ser de mayor, para los mayores en cambio Gaston es la persona adulta totalmente libre que les habría gustado ser y nunca serán.
Con motivo del 60 aniversario del personaje el museo Georges Pompidou ofrece una exposición en Paris