El fútbol, el rey de los deportes, pasión de masas y negocio multimillonario para unos pocos, el más popular y el que tiene el trato más exclusivo con sus deportistas estrella. Y, como todas las cosas que alcanzan tal magnitud, está lleno de grises y matices. Con apenas doscientos años de vida, mucho se ha escrito sobre él y ya tiene su propia mitología y leyendas, integradas en la cultura popular como tantas otras que tienen sus raíces en el siglo XIX. Jean-Christophe Deveney (Hyères, Francia, 1977) y Lelio Bonaccorso (Messina, Italia, 1982) adaptan el libro de Mickaël Correia (Tourcoing, Francia, 1983), en el que se centran en contar la historia del fútbol, de sus hitos y leyendas, pero desde la óptica de esa pulsión dual de lucha de clases, entre el deporte de masas, popular, en tanto que del pueblo, enfrentado a sus orígenes aristocráticos y colonialistas y al inevitable uso como control social por gobiernos y empresarios.
Pegarle patadas a una pelota y enfrentarse a vecinos rivales ha sido bastante más antiguo que el fútbol moderno, que no fue otra cosa que una domesticación de esas costumbres. Desde entonces y hasta ahora, el fútbol ha ido reflejando muchas de las pulsiones sociales que han recorrido el mundo. Correia y Deveney se centran en algunas de ellas para recorrer su historia y su expansión tanto temporal como geográficamente. Así, repasan cómo de sus orígenes aristocráticos pasó a ser jugado por los obreros, cómo fue el paso a la profesionalización, o cómo fue el primer intento de que las mujeres también pudiesen practicarlo de forma profesional. Como deporte colonialista, fue absorbido por los colonizados, con sus problemas raciales. Capítulos en los que el fútbol se ha enfrentado al nazismo, al poder soviético desde dentro, o se ha usado como control y como reivindicación de las excolonias africanas. Sin dejar de hablar de leyendas como Garrincha, Pelé o Maradona y su relación con las diferentes clases sociales.
Bien documentado y bien resumido, en una historia que daría para muchas más páginas, saben concretar eligiendo los ejemplos más significativos y aquellos que van a resonar en el lector, y darles un nuevo punto de vista. A todo esto le acompaña el dibujo de Bonaccorso, del que hace poco también se ha publicado su Peppino Impastato (Liana Editorial, 2025). En este caso sigue con esas figuras alargadas en sus personajes que le ayudan a dar gran dinamismo a sus páginas, y elige la mejor imagen que acompañe a los textos que relatan la historia, en un cómic en el que hay más cajas de texto que globos de diálogo, un dinamismo que agiliza la lectura; ver cómo un gol tan conocido y representado como el de Maradona contra Inglaterra le da un nuevo punto de vista. Destaca cómo la paleta de colores toma tonos diferentes y muy relacionados sensorialmente para cada capítulo y la historia que representa, dando además una sensación de viajar en el tiempo.
La otra historia del fútbol es un buen repaso a la trayectoria de este deporte, centrándose en su visión más revolucionaria: un deporte que, aunque en los tiempos en los que vivimos, de capitalismo desbocado y contenidos infinitos, parece solo un negocio más, no hay que olvidar —y hay que reivindicar— su popularidad, en tanto que es al pueblo al que le pertenece. El fútbol es de quienes lo practican en colegios y parques, en calles y explanadas. Pocas cosas nos hacen más libres que el derecho a jugar.
