Cuenta Olivier Schrauwen que su idea inicial era la de realizar una parodia de la novela gráfica autobiográfica al uso y que luego, la historia inventada de la aventura africana de su abuelo, empezó a crecer y a tomar forma hasta convertirse en este auténtico prodigio del tebeo moderno.
Serializada originalmente mediante pequeños fascículos que el propio Schrauwen confeccionaba a través de su vieja “duplicadora” Riso y que entregaba religiosamente a l’Association (algo que sabiamente ha respetado aquí la edición en castellano de Fulgencio Pimentel), nos llega ahora en formato integral -para disfrute mayúsculo- el que es sin duda un cómic esencial y desbordante.
Un cruce fascinante entre el gamberrismo de Kamagurka y la metafísica viajera de Joseph Conrad .
Sin ningún género de dudas, Astiberri se apunta con esta reedición princeps de Mort Cinder con uno de los mejores trabajos publicados en lengua castellana de 2017 que restituye el lustre del maestro, la riqueza en texturas y matices del dibujo de Alberto Breccia – probablemente el autor más importante de la Historia del Cómic en la lengua de Cervantes – aquí al servicio del no menos prodigioso guión de fantaciencia a cargo de su eterno compañero, H.G. Oesterheld. Imprescindible.
Durante años hemos esperado la edición en castellano de la historieta europea infantil más importante de la segunda mitad del siglo XX. Por fin podemos disfrutar de las meta-aventuras de Philémon, un despliegue lúdico sin igual en los límites entre lo posible y lo imposible de la puesta en página. Mapamundi cardinal para grandes y pequeños amantes del Noveno Arte.
Para muchos se trata de la mejor aventura de Spirou y Fantasio y sin duda es alguna es una de las más legendarias por las circunstancias que la rodearon. Pese a estar sufriendo una brutal crisis de agotamiento Franquin parece en este álbum estar tocado por una gracia y genialidad absoluta: la producción feroz de la que hacia gala se vio limitada por prescripción médica pero el autor parece poner toda la fuerza y empeño en cada una de las viñetas que realiza. La versión que finalmente se publicó sufrió algunos recortes por ser demasiado larga y por superar el formato estándar de ediciones Dupuis (65 páginas). Tardó más de 2 años y medio en acabarla.
Esta edición comentada por el periodista especializado Hugues Dayez es un homenaje en toda regla a uno de los cómics más importantes de la producción franco-belga.
En Tekkon Kinkreet se dan cita frases lapidarias como “si hablas mal de los demás se te secará el corazón” junto con viñetas de de una vitalidad cinemática apabullante. Patadas voladoras y mandíbulas dislocadas que retan directamente las capacidad visual del lector.
Quién no conozcan a este genial autor tiene ahora la posibilidad de entrar por la puerta grande a través de está fantástica reedición integral (el formato de tapa blanda le sienta de maravilla) de uno de los (sin duda) mangas más importantes de los últimos tiempos. Con un lenguaje que sorprenderá a los neófitos en cómic japonés: el dibujo de Matsumoto huye del canon manga al uso.
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Antes de que Marjane Satrapi diera un vuelco a un mundo en el que los hombres copaban las posiciones de privilegio, el cómic independiente americano ya había dado una pequeña sacudida al predominio masculino: Julie Doucet fue una de las rúbricas que participó prácticamente en la fundación de la que a la postre se convertiría en una de las editoriales de cabecera del otro lado del Atlántico: Drawn and Quarterly. Fulgencio Pimentel nos brinda ahora, con esta copiosa segunda entrega de material publicado e inédito de Doucet la posibilidad de recorrer la obra íntegra de una de las voces más destacadas del cómic americano no sólo femenino, el genio de Doucet rebasa la categorización de géneros. Estamos ante una autora que prácticamente inauguró el género del slice of life más desagarrado, intimista y sin tapujos del que luego se han hecho eco otros autores como los Joe Matt o Jeffrey Brown.
Este es uno de los “pesos pesados”, uno de esos tebeos potentes e importantes.
Por primera vez en castellano, se publica en un solo volumen la obra íntegra de Alack Sinner, una recopilación de las aventuras de este detective mundialmente conocido por los amantes del género, creada por los autores exiliados argentinos, Muñoz y Sampayo, entre 1975 y 2006.
Alack Sinner es un detective sacado de los cánones del género negro americano: honesto pero cínico, misántropo y solitario pero defensor de aquellos que no tienen defensa.
Ayako sea quizás la obra más adulta de Osamu Tezuka – representa ejemplarmente su denominado “periodo oscuro” de los años 70. Este drama rural con puntas de thriller conforma, junto con Buda y Adolf, el podium del autor de Manga más importante de la Historia. Imprescindible
Nazario al margen de ser uno de los autores casi fundacionales del cómic patrio underground es junto al Montalbán de Pepe Carvalho, el Bigas Luna de Caniche o el el Mendoza de El misterio de la cripta embrujada uno de los grandes cronistas de la Barcelona sin maquillaje pre-olímpica.
En 1977 creó a Anarcoma, un cruce entre Colombo, Tom de Finlandia y Humphrey Bogart transexual. Este personaje se convirtió en un icono de la cultura transexual de este país. Anarcoma se consolidó como el primer protagonista transexual del cómic español gracias a su aparición en los 80 en la revista El Víbora. Ahora, para celebrar los 40 años de su nacimiento, la cúpula presenta un integral con todas sus historias revisado y puesto al día por el propio autor. Todo una legado de un tiempo del que apenas queda ya ninguna huella. Recientemente esta antología ha sido nominada al Prix Patrimoine de Angoulême.
El Incal es una historia trepidante, de esas que enganchan desde el primer momento. De hecho la acción ya ha arrancado cuando el lector aterriza en sus primeras páginas y nos pilla desprevenidos con un principio impactante. Luego ya la cosa no para y mantiene la intensidad.
El universo firmado por el mítico (y místico) tándem galáctico Jodorowski-Moebius mezcla ciencia ficción, epopeya, mitología, novela negra y un porrón de géneros. En el Incal están todos mezclados, y todos ellos perfectamente dosificados.
Mención especial merecen las cerca de 100 páginas extra donde se recupera el documento (inédito hasta hoy en español) Misterios del Incal firmado por Jean Annestay.
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Leyendo a Carlitos Fax asitimos también a la evolución de la obra de Monteys. Desde su salida de El Jueves en 2014. Aquí estaban ya las semillas de ¡Universo! su esencial cómic digital de publicado en Panel Syndicate y por el cual ha sido nominado a los premios Eisner de este año.
Ahora que el resto del mundo está empezando a conocer el talento desmesurado de Albert Monteys, nosotros tenemos la suerte de haber disfrutado de su humor desde hace tiempo. Así que es toda una suerte que se estén recopilando y reeditando gran parte de sus anteriores trabajos.
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2017 supuso el retorno de la editorial Anagrama al mundo de los cómics después de un largo lapso de tiempo. Glen Baxter (Leeds 1944) es un auténtico maestro del humor absurdo y la dislocación entre imagen y texto. Justamente Anagrama fue quién lo dio a conocer aquí editando en 2006 El Rayo Inminente. Ahora, casi 11 años después llega esta antología seleccionada por los responsables de The New York Review of Books en la que se recogen algunos de los highlights del “Colonel” Baxter.
Autor de finura humorística no apreciable para todos los paladares. Una fabulosa mezcla del surrealimo magretiano, las ilustraciones de las viejas enciclopedias con un toque de Max Ernst.
Con cierto tono nostálgico, un Beà transmuntado en un gato de 40 años (Gatony), presenta algunas de sus memorias de infancia, contextualizadas en los años 50 en una España dictatorial y ultra-católica, que trastocaba y alienaba a cualquier persona, supeditando su maduración a una estricta moral externa y extrema. Cualquier acercamiento al descubrimiento sexual estaba siempre bajo la sombra de lo inmoral, lo pecaminoso e incluso lo ilegal. Tiempos en los que para sobrevivir era necesario convertirse en verdugo antes que en víctima. No había lugar para las debilidades y las apariencias lo eran todo. En ese ambiente es donde crece Gatony.
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