A veces debajo de un sofá se van acumulando pequeñas cosas perdidas como monedas, trozos de uñas, pelusas. Pequeños para nosotros pero pueden ser todo un mundo para otros seres, como los que protagonizan Mundo Subatómico, el nuevo tebeo para público infantil de Fermín Solís (Madroñera, Cáceres, 1972). Dos ácaros y un tardígrado, soldados del reino moneda tendrán una peligrosa misión que les llevará al mundo pelusa en busca de un objeto esencial para su reino.

Una aventura clásica de misión especial con protagonistas que son algo particulares, con un carácter hedonista y despreocupado, antítesis del héroe canónico. Pero sobre todo sorprende en la elección de los animales antropomórficos que escoge Solís para esta aventura, con su estilo de línea clara rozando lo naïf, con un dibujo que agrada a los peques y con un uso del color plano de apariencia sencilla pero de efectividad narrativa e imaginativo en la selección de paleta. Sorprende cómo con esos ingredientes convierte complejos seres microscópicos, como son los ácaros y los tardígrados, en personajes simples pero que mantienen los rasgos de su especie muy identificables.

Con estos ingredientes construye una historia que será del agrado de los más peques, con sus gags y sus sorpresas, pero que también va a crear la curiosidad para investigar y aprender más sobre estos seres microscópicos, muchas veces con características sorprendentes. Solís muestra de nuevo su dominio del cómic infantil, del que ya tiene amplia experiencia como por ejemplo con su conocida serie de Astro-Ratón. Ahora con nuevos protagonistas mucho más pequeños en lo que parece podría ser el inicio de una nueva serie en la línea de cómic infantil en la que se adentra Salamandra. De todas formas a mi parte científica le sigue chocando el cambio de escala subatómica del título al de los micrómetros de los ácaros y tardígrados.