Hace 20 años Craig Thompson (Traverse City (Míchigan), E.E.U.U. 1975) publicaba Blankets, una de las novelas gráficas más aplaudidas y celebradas del cómic mundial. Una obra donde el autor repasaba su juventud con una sinceridad devastadora y un estilo de una sencillez hipnótica que obligaba al lector a devorar el libro de una sentada. Thompson se erigía en lo que puede considerarse un autor de éxito, pero la fama y las expectativas generadas arrastrarían al dibujante en una suerte de loop obsesivo que en cierto modo condicionaría su producción posterior con resultados irregulares.

La crítica, los lectores, parecían exigirle una continuación de Blankets. La ‘creación’ se estaba comiendo al autor ¿Iba a convertirse Thompson en un autor de un ‘único éxito’?¿Es este Raíces de ginseng la respuesta a esa pregunta?  ¿se iban a colmar aquí las expectativas? ¿se trata de una reacción radical de un autor que había firmado uno de los cómics seminales de la tan manida ‘Novela Gráfica’?…En parte se puede decir que sí, a casi todo. Y probablemente este libro defraude a quienes busquen aquí una segunda parte de Blankets. Thompson ha eludido el camino fácil y ha fiado todo a su criterio personal. ‘No quiero dibujar otra autobiografía. Este libro debería leerse como un ensayo, un cómic de no ficción…’ afirma en un momento de la historia.

El autor de Michigan recupera el tono confesional, sí, pero lo que predomina aquí es un exhaustivo repaso a la historia del cultivo del ginseng en el estado de Wisconsin. Con todo lujo de detalles y con un nivel de documentación que pasa por recuperar capítulos tenebrosos de la memoria histórica estadounidense: como la deportación de los Hmong; una pequeña comunidad  agrícola de Laos dedicada principalmente al cultivo del opio que combatió junto a Estados Unidos en la guerra del Vietnam perdiendo casi un tercio de su población entre civiles y militares. Su suerte al terminar la guerra no fue la misma que la de los israelís durante el Éxodo: la mayoría quedó atrapada en el norte de Laos y solo algunos militares tuvieron el ‘privilegio’ de poder emigrar a Estados Unidos. Thompson repasa también las tradiciones espirituales chinas y realiza junto a sus hermano un viaje a Corea del Sur, uno de tres principales productores de ginseng silvestre del mundo. Todo salpicado con detalles de su vida personal. Crisis existenciales, problemas de salud varios (Thompson padece una enfermedad degenerativa en las manos) y algunos detalles del pasado que convierten a Raíces de Ginseng en un anexo más que una continuación del celebrado Blankets.

El recuerdo de los duros veranos de infancia trabajando en el campo, desenterrando raíces sirve para desenterrar las del propio autor en una pirueta metafórica ejecutada a través de un dibujo que a su vez también se presenta de forma orgánica, con páginas en las que no hay viñetas o retícula. El trazo que ha imprimido Thompson parece brotar también como una fuerza de la naturaleza y el dibujo parece crecer ante los ojos del lector. Thompson ha llevado su motivación primordial, la de escribir el mejor ensayo posible sobre el ginseng y la de exponer la brecha social que existe en Estados Unidos a consecuencia de la proliferación de la agricultura corporativa en detrimento de las granjas familiares, hasta sus últimas consecuencias y a fe que estamos ante la que quizás sea la obra mejor documentada sobre esta raíz y sus multiples usos y beneficios.
¿Decepcionará a sus fieles? Sí, si lo que buscaban aquí era un relato continuista de sus memorias. No, si realmente abordan la lectura sin apriorismos que es quizás el mejor favor que se le puede hacer a un autor que apuesta por el siempre complicado camino de indagar nuevas fórmulas. Aquí Thompson se descubre como gran ensayista y al mismo tiempo ratifica que es uno de los mejores autores de auto-ficción del medio.

(Raíces de Ginseng se publicó originalmente de forma serializada en 12 números, merece la pena echar un ojo a las impresionantes portadas de cada número, a nosotros nos ha llegado la versión en un único volumen)  

Instragram del autor con algunas fotos que aparecen reflejadas luego en la obra.

Ginseng Roots 10