Excelente carta de presentación en España del autor italiano Miguel Vila (Padua, Italia, 1993), es esta novela gráfica que trata un sutil eslabón entre los cómics que aquí situariamos en el underground barcelones de El Víbora por su fondo, con los tebeos de narrativa diagramática de Chris Ware en el cambio de milenio, en la forma.
La de Dulce de leche es un drama-thriller sexual que cuenta la historia de un joven y muy introvertido chaval que se ve atraído por una mujer mayor de grandes pecho lactantes, madre del hijo del que su novia hace de canguro. Vila desarrolla la historia muy sinuosamente moviéndose a través del costumbrismo con un realismo sucio y que por eso mismo contrasta pero al mismo tiempo se refuerza por su narrativa pulcra de marcos bien definidos donde todo tiene su espacio específico.
Y lo tiene porque, siguiendo la escuela de Ware, Vila maneja los diales que controlan las formas de los marcos y su tamaño, así como el posicionamiento de los mismos en página para jugar muy efectivamente con los ritmosmpero especialmente para destacar detalles. Dichos recursos aciertan en su empleo precisamente porque contando una historia sobre el deseo en relacion a un fetiche muy específico permiten singularidad elementos y ponerlos de relevancia.
El resultado es una historia muy fuera de lo común, hablando de los cánones de belleza que se dan por sentado provocan el deseo. Pero también fuera de lo común en la forma de contarla al lector esquivando también los cánones visuales y las narrativas de la pornografia o el cómic erótico, en tanto continente permite reformar contenido. Es, también, una intriga deliciosa, tensa, que se guarda cartas con mucho arte hasta el final.