El punto de partida de La Ratonera es uno de los bulos mas extraños que circulaban desde el principio de internet. Se decía que una empresa estaba vendiendo una especie de gatos bonsái, unos gatos que habían metido en botellas para que acabasen cogiendo la forma de dicho recipiente. Era una de esas cadenas de mails solidarios que tenias que reenviar para hacer constar tu protesta en no sé que asociación protectora de animales.
Pero La Ratonera no es un tebeo protesta ni un tebeo sobre animales. Un niño fabrica un gato bonsái teledirigido para poder recuperar su juguete favorito. Con tan sencillo argumento, Martín Romero nos explica en apenas 20 páginas los miedos y seguridades de un niño, su imaginación, su egoísta crueldad, todo ello con una línea de dibujo limpia y un ritmo igualmente limpio. La monda, vamos.
Martín Romero es autor del fanzine “Cabezudo”, donde nos llamó la atención su mezcla entre el primer Daniel Clowes y el último Paco Alcázar, y de un numero creciente de colaboraciones en fanzines como el “Fanzine enfermo” o el “Gagarin”, en cuyos últimos números le vimos pasar del “me gusta” a “tengo ganas de ver todo lo que haga a partir de ahora”. Y en estas estamos, porque ahora mismo Martín Romero es un autor en crecimiento y cada vez más difícil de comparar. Para quien esto escribe, es lo mejor que le ha pasado a la historieta española desde “Los días más largos” de Fermín Solís. ¡Ojo porque sólo ha hecho 100 copias!