Al Adley es un personaje curioso, joven universitario, frío y extremadamente mental en sus relaciones con otras personas, no muy apegado a sus padres adoptivos, y sobre todo muy independiente. Poco sospecha en el lío que se va a meter el día que comparte metro con el alcalde de Londres, al que después encuentran muerto. Suerte tendrá de encontrarse con el detective Ellis, un policía lejos de los estereotipos, solitario en sus pesares, destrozado físicamente por un accidente con una bicicleta y que parece dispuesto a creer en la inocencia de Adley.

 

Shima Shinya usa muy pocos elementos, los justos, con los personajes justos para ir creando una trama de misterio en las que las pistas se van dando poco a poco, pero que te enganchan en el misterio enseguida. Los singulares carácteres de los protagonistas ayudan a enganchar con el misterio, una trama que poco a poco va mostrando que hay más de lo que aparentaba, y que en su primer tomo nos deja con ganas de más, y ver por que caminos la llevará Shinya en los dos tomos que le quedan a esta breve serie manga. Y lo hace también con un estilo de dibujo poco común para los mangas, se escapa del estilo más mainstream para tener uno personal, muy minimalista en sus fondos, donde se identifica un Londres con muy pocas cosas, y un diseño de personaje que recuerda más a cierto cómic independiente americano, con un ritmo muy francés, que a un dibujo que se aproxime al que a uno le viene a la cabeza al pensar manga, al menos en el más comercial. Un estilo minimalista que casa con la historia, consiguiendo que de lo poco nazcan nuestras ganas de conocer más sobre el misterio que nos presentan. Avalada por el premio en el 25º Japan Media Arts Festival, Lost Lad Land promete ser un manga de misterio consistente de una joven autora japonesa con mucha personalidad.