He aquí el segundo trabajo de periodismo gráfico de Zerocalcare (1983, Arezzo, Italia), después de Kobane Calling que aunque se sostiene como trabajo independiente, creo que es interesante leer antes en tanto comparten temas (crímenes de guerra, refugiados, Oriente Medio, comunidades autogestionadas democráticamente por un gobierno popular). Siendo el segundo cómic de Zerocalcare que leo (Esqueletos fue el otro), me fascina como el autor es capaz de hacer un cómic con la misma narrativa, estilo de dibujo, usándose como figura protagonista o conductora del relato, etc… con temas y relatos tan distintos.
Particularmente me sorprende porque lo que se cuenta en No sleep till Shengal es un tema “serio”. Shengal es una región de Irak reclamada por el pueblo ezidíe después de que vivieran una matanza horrible que diezmo con diezmo con población y que se cebó, como en otras guerras, en las mujeres. Shengal se constituyó como una autonomía en Irak que se rige bajo los principios del confederalismo democrático que se explican muy bien en el cómic, criticismos incluidos.
Zerocalcare hace un documental que funciona muy bien para atraer la atención del lector a varios niveles. Primero por el humor con el que se salpica la historia que entra siempre por los puntos de vista y las ocurrencias del autor, dándole unos respiros de ligereza a lo duro de la historia. Segundo porque Zerocalcare es un tipo crítico y autocritico lo que permite siempre ir más allá de lo obvio. Y tercero por una primera mitad que es pura intriga en la que las dificultades para llegar a Shengal visten de peligro y experiencias bizarras el periplo.
Luego, muy empáticamente cede gran parte del protagonismo a sus anfitriones y procura un relato que va al grano y con ello se viste algo más de oscuridad, pero también de algo de luz, un juego equilibrado de retrato humanista que a Zerocalcare se le da muy bien.
En resumen, un trabajo completo, con muchas caras, dinámico de leer y que cumple su función de llamar la atención sobre una situación, destacar su importancia y darle voz.