Desde que en 2004 el sello Reservoir Books de Random House se hizo con los derechos en España de Art Spiegelman (Estocolmo, 1948) a través de Sin la sombra de las torres, sus aficionados hemos contado puntualmente con excelentes ediciones en castellano del autor neoyorkino como el poema ilustrado La fiesta salvaje y la reedición de Breakdowns, ambos en 2009, o el hito multimedia de su Metamaus en 2012, a los que se añade extra-Random el cuento infantil La caja sorpresa (La Casita Roja) de 2016. Con siete años de retraso y coincidiendo con el 37º festival Cómic Barcelona, el gigante alemán incorpora a esta nómina Comix: una retrospectiva de cómics, dibujos y bocetos, publicada originalmente en inglés por Drawn and Quaterly. En esta ocasión, en Random no han estado muy atinados ya que – aun reconociendo que este libro, con tres desplegables y una separata, no es de fácil producción – hubiese sido muy deseable traducir al castellano las historietas publicadas en este Co-mix en lugar de entregarlas en su idioma original, el inglés.
El actual volumen es, a ojos vista, el catálogo de una exposición celebrada en 2012 en el Jewish Museum de Nueva York bajo el título “Art Spiegelman’s Co-Mix: A Retrospective”. La muestra culminaba el recorrido durante ese mismo año de esta exhibición itinerante que comenzó en el festival de Angulema pasando por el Centro Georges Pompidou de París, el Museo Ludwig de Colonia y la Vancouver Art Gallery. El éxito de este magnífico proyecto debe atribuirse también, parcialmente, a Chris Oliveros, Tom Devlin y Jeet Heer, sus editores americanos, a Rina Zavagli-Mattoti, propietaria de la parisina Galerie Martel y comisaria de la primera exposición en Angulema y a Philippe Ghielmetti, cuyo diseño formal y material del libro resulta impecable. Vale la pena recordar que el autor de Maus también presentó ese año en Angulema “Le Musée d’Art Spiegelman” que recorría sus influencias personales de Töpffer a Rory Hayes pasando por Fletcher Hanks.
Co-mix nos introduce a la obra de Art Spiegelman cronológicamente, desde sus primeros pinitos como The Cop and the Drunk, ejecutado con doce años, o el fanzine paródico Blasé, publicado durante su etapa en el instituto, hasta sus últimos trabajos orientados a la infancia como la antología Little Lit, pasando por su etapa underground, las revistas Arcade o RAW y, por supuesto, Maus. Las historietas más relevantes dibujadas por Spiegelman figuran todas en este volumen: Prisoner on the Planet Hell (1973), sobre la crisis nerviosa tras el suicidio de su madre; la obra maestra del collage Nervous Rex, the Malpractice suite (1976) (fig. 1) o la separata Two-Fisted Painters (1980) – recuperada tempranamente desde el primer número de RAW por El Víbora bajo el título Pintores a peseta. Esta restricción del catálogo al Spiegelman dibujante deja de lado, inevitablemente, otras facetas de su carácter polimórfico sea como ideólogo o editor, por ejemplo, en el caso de los cromos de la pandilla basura de Mark Newgarden con una sola ilustración, compensada por las pegatinas Wacky Packages para Topps de 1967. Si bien Spiegelman es mucho más que Maus, Co-mix nos permite apreciar al autor en sus múltiples facetas gráficas, desde el dibujante underground secundario, quizás viciado en exceso por el gusto de la época, hasta su magistral revolución cromática y metalingüística alrededor de la revista postmoderna RAW (fig. 2).
El volumen se nos presenta flanqueado por dos textos: “Ilustrando sus propias conclusiones” del cineasta y crítico, amigo suyo, J. Hoberman y “La creación de Maus” de Robert Storr, finalizando con un completo índice bibliográfico del conjunto de su trayectoria. Sin desmerecer a estos colaboradores, los ensayos de más interés en Co-mix son incuestionablemente aquellos publicados por el propio Spiegelman en The New Yorker sobre Peanuts, Maurice Sendak o Harvey Kurtzman en forma de tebeo, un género muy novedoso. El broche final de la obra es la serie de vidrieras It Was Today, Only Yesterday (fig. 3), claramente influidas por su discípulo Chris Ware, con las que Spiegelman decoró en 2012 la High School of Art and Design (no confundir con la School of Visual Arts). Con el claro antecedente de los vitrales con que Joost Swarte engalanó la sede de Glénat para su cuarenta aniversario en 2009, esta técnica posiciona a Spiegelman, como él mismo declara, entre los partidarios de una Historia del Cómic ampliada en su genealogía a la era anterior a la imprenta, en la sempiterna polémica sobre el origen del Noveno Arte.