Villa Flugante es un curioso pueblo costero, sus casas están construidas sobre grandes postes para evitar la humedad del lugar y sus habitantes son animales antropomórficos que saltan a sus hogares y tienen unas largas vidas, más de 600 años, en los que les da tiempo a cambiar de ocupación varias veces. En ese impás se halla Passe P. Malta un ave que ha sido durante 25 años el cartero del pueblo y que ha decidido que ha llegado la hora de cambiar de empleo y dedicarse a su verdadera vocación. Quiere ser escritor, pero no encuentra el camino para su inspiración, hasta que recibe un paquete lleno de viejas tiras cómicas de prensa, cuya lectura va a cambiar su vida.

Andrés Magán (Vigo, 1989) ganó el XV Premio Castelao de banda deseñada en la modalidad para público infantil y juvenil de la Diputación de A Coruña en 2020 y, tras ser publicado por la propia diputación en galego, ahora sale editado en castellano por Bang. La historia de Malta trata sobre la dificultad de crear, de encontrar el camino de la inspiración y la lucha por dedicarse de pleno a una vocación, con esa paradoja de una larga vida que permite a los habitantes de Villa Flugante concatenar diversas vidas laborales.

Una situación más que común entre los autores de cómics. Que se sigan haciendo tebeos se debe en parte por el amor al medio de muchos de sus creadores, otro de los temas principales que surgen en estás aventuras de Passer P. Malta, ese amor al cómic, y sus posibilidades para contar historias. Magán coge sus propias experiencias y expectativas y con ellas construye una fábula evocadora. Y lo hace con un mundo fantástico lleno de curiosidades como esas viviendas sobre postes y poblada de animales antropomórficos que siguen una de las tradiciones más clásicas del medio y que sigue candente, en obras tan recientes y alternativas como las de Simon Hasselman, Sindre Goksøyr, Alberto Vázquez… Todo con una muy limitada paleta de colores, con personajes que si no son protagonistas quedan en blanco, resaltando una línea clara de Magán que sintetiza el dibujo y que cuadra con un planteamiento de página de dos por tres casi fijo y muy geométrico en la que recuerda a otro dibujante de animales humanizados como es Jason.

No hay nada como las fábulas y los mundos fantásticos para proyectar nuestros sueños, Magán consigue crear un canto de amor a los tebeos como medio e insta a seguir las vocaciones y la imaginación para crear…aunque el camino a recorrer no sea sencillo

 

 

las aventuras de passer p. malta