Por fin podemos leer en castellano la obra del inglés Jon McNaught, cabeza visible de la editorial Nobrow, probablemente los editores europeos más influyentes del último lustro. Jon McNaught se dio a conocer en sus antologías y enseguida empezó a publicar libros en solitario que le han valido varias nominaciones a los premios Ignatz e incluso el premio al autor revelación en Angouleme por este “Otoño”.
“Otoño” explica un día en la vida de un pequeño pueblo inglés llamado Dockwood a través de dos personajes: Mark, uno de los cuidadores del hogar de jubilados, y Jake, un adolescente que se dedica a repartir revistas a la salida del instituto. El punto de partida es sencillísimo, pero Jon McNaught consigue hacer un precioso relato cotidiano a través de la contemplación y un tempo narrativo reposado en el que los personajes casi forman parte de una elipsis que explica el paso de las horas en Dockwood. De un modo casi zen, McNaught pasa del paisaje al detalle y del detalle a la historia, explicando con sutileza sin apenas necesitar palabras. Incluso el cambio de capítulo es de una suavidad inaudita, siendo capaz de despertar emoción sin drama después de la muerte de una de las ancianas del asilo simplemente dejando que el día siga su curso. En este sentido “Otoño” está cerca del cine de Mizoguchi, haciendo que el drama quede fuera de foco mientras este se desplaza hacia el paisaje. Las hojas de los árboles, el mismo otoño del que habla el título en castellano (el título original es “Dockwood”) actúa como un canal por donde pasa la acción, casi como una banda sonora. Y tampoco os vamos a destripar el final pero que me aspen si las 10 últimas páginas no valen por toda la obra de cualquiera.
Otoño
Jon McNaught
Impedimenta, 2015
Por Quique Ramos
Sin categoría