Tras la espectacular Anaïs Nin. En un mar de mentiras Garbuix books prosigue su apuesta por la configuración de un catálogo compuesto por títulos de calidad con la publicación de Solas en Berlín, de Nicolas Juncker y traducción de Montserrat Terrones.
A través de dos personajes femeninos, Ingrid y Evgeniya, cuyas trayectorias confluirán en el marco del Berlín de los años cuarenta, concretamente abril de 1945, Solas en Berlín profundiza en los horrores de las guerras y sus dramáticas consecuencias en las vidas de los seres humanos, con independencia de su afiliación a un bando u otro.
Dos perspectivas de la contienda, en apariencia, totalmente contrapuestas, pues nos encontramos ante Ingrid, una civil alemana que ha padecido el régimen nazi y Evgeniya, una soldado rusa que acaba de llegar a la ciudad como integrante del N.K.V.D. (Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos) del ejército soviético. Para la creación de sus protagonistas, Nicolas Juncker parte de dos testimonios: Una mujer en Berlín (anónimo), publicado en español por Anagrama y Carnets de l’Interprète de Guerre, de Elena Rjevskaïa, publicado por la editorial Christian Bourgois. Por este motivo, si bien la historia que reúne a Ingrid y Evgeniya se enmarca en el ámbito de la ficción, Juncker puntualiza que las mujeres fuente de inspiración de sus personajes sí han existido en realidad.
Como estrategia narrativa para la intersección de las trayectorias vitales de ambas mujeres, Juncker opta por hacerlas confluir en una misma casa en el período citado. Este mecanismo compositivo explica que tengan que compartir una misma cama y habitación y, de esta manera, la convivencia se convierte en el punto de concurrencia las vidas y diarios de Ingrid y Evgeniya. De forma progresiva, esta confluencia se convertirá en un vínculo de amistad y solidaridad entre dos mujeres, con perspectivas y posiciones diferentes en la contienda, pero unidas por la soledad y las atrocidades a las que han debido enfrentarse y contra las que luchan en su día a día.
Sin escatimar detalles, Juncker refleja la cruda realidad de la barbarie hacia la que deriva el ser humano en momentos límite y las inclemencias cometidas al amparo de las guerras. Más allá de dicotomías construidas a partir de la agrupación en torno a vencedores y vencidos, Juncker exhibe las fisuras del discurso oficial relativo a cifras, conquistas e hitos bélicos a partir de las vidas de dos personajes supuestamente anónimos para la historia: dos mujeres.