Lucie y Jeanne son amigas que comparten piso, un año después de fugarse con el dinero de la fianza aparece Nana, tercera compañera en discordia. Así veremos cómo se intentará volver a establecer la amistad entre las chicas, ¿volverá todo a ser como antes?

 No es el fin del mundo es un cómic de corte costumbrista y humorístico, en la línea de otros títulos como Scott Pilgrim, Roaming o Lucky Penny. Aquí el centro serán las desventuras de tres jóvenes adultas tanto en el amor como en el trabajo y, por supuesto, con los problemas que trae la propia convivencia. Con un dibujo de línea firme y poco detalle, Sophie Bédard  (La Prairie, Quebec, 1991) se centra más en la expresividad de sus personajes y en unos diálogos ágiles y divertidos para plasmar la vida de las tres protagonistas. La limpieza en las viñetas y el uso de la escala de grises en el color hacen que sea una lectura muy dinámica.

No es el fin del mundo es un cómic de esos que no puedes cerrar hasta que lo acaba, los personajes están bien construidos y resulta refrescante ver sus aristas e inquietudes. No me habría importado que hubiera sido un poco más largo, ya que me ha gustado mucho pasar el tiempo con Lucie, Jeanne y Nana.