Ahora que Dolmen está publicando con regularidad los trabajos más recientes de Howard Chaykin (Newark, 1950) Yermo recupera Erekosë. Espadas del cielo, flores del infierno, una de las primeras obras que realizó como autor completo y que apareció por primera vez en 1979. Por entonces, Chaykin ya había dejado atrás sus colaboraciones para DC y Marvel para explorar otras latitudes estéticas, renegando abiertamente de la mayoría del material que los grandes sellos estaban publicando en aquel momento.
Con Cody Starbuck y las obras realizadas para Byron Preiss, ya había dejado muy claro lo que pretendía: eludir los convencionalismos narrativos del cómic mainstream para acercarse más hacia los parámetros de la ilustración, inspirándose en nombres como los de Robert Fawcett, Austin Briggs o Barron Storey. Los resultados más evidentes de ese tránsito eran un uso eminentemente narrativo del color y un aprovechamiento total de los límites de la página.
Esas mismas premisas están presentes en Erekosë, la traslación a las viñetas de un texto de Michael Moorcock perteneciente al ciclo literario del Campeón Eterno, hasta el punto de que el tono grandilocuente del original encaja con facilidad con las ambiciones del dibujante. A base de experimentos, Chaykin, quien conocía los resortes e ingredientes de la fantasía heroica, realiza aquí todo un despliegue de técnicas y montaje que se aprecia perfectamente en la excelente edición de Yermo, y que puede entenderse a día de hoy como un vestigio artístico previo a la irrupción definitiva de la novela gráfica.