Comentaba en sus redes sociales Rubén del Rincón (Olesa de Montserrat, 1978) que este año cumple un cuarto de siglo dibujando álbums profesionalmente y que ya lleva casi la misma cantidad de ellos publicados. Este Ajuste de cuentos reúne veintidós historias cortas y cinco ilustraciones publicadas, principalmente, en la revista juvenil belga Le journal de Spirou y en alguna otra cabecera. Son historias autoconclusivas, la mayoría tienen una extensión de alrededor de cuatro páginas y un par superan la docena, que realizó por encargo y que tratan temas históricos. Tanto es así, que el orden seguido no es el de su creación, sino el del momento histórico en que se sitúa el argumento de cada una; empezando por los dinosaurios y acabando en el siglo XXI.

Tras leer estas más de cien páginas se extraen varias conclusiones. La primera es que Del Rincón es un autor muy versátil y capaz con la ambientación histórica. Ya sea la Alemania nazi, la batalla de Waterloo, o la vuelta al mundo de Magallanes, la ambientación es correcta y resultona; permitiendo que los jóvenes lectores y también los adultos se sumerjan en el momento histórico evocado. También pone de manifiesto el gran valor del cómic didáctico; en este caso, en su vertiente histórica, como una buena herramienta para familiarizar a los lectores con acontecimientos significativos alejados en el tiempo. Se trata de una narración de la Historia ágil y no sobrecargada de datos, una trama asequible al lector sin que, por otro lado, esté infantilizada. Seis de los guiones son de Del Rincón y los otros dieciséis pertenecen, la gran mayoría, a Marie Badeaux-Vaiënte y Jean-Michel Darlot.

 El estilo de dibujo es lo que unifica todo el álbum: un dibujo elástico, dinámico y fácil de interpretar; a pesar de tener una media de ocho viñetas por página. Su estilo es realista con unos leves toques caricaturescos. Sus personajes se mueven, parecen estar vivos, escapar de la viñeta o avanzar, saltar y gesticular. Del Rincón imbuye a sus figuras de una energía cinética que hace mágicas sus viñetas. Además, lo hace sin translucir influencias de la animación. Para entendernos, está algo más cerca del arte del genial Josep Coll que del también genial Juanjo Guarnido.

 El tomo de Nuevo Nueve es impecable a nivel de impresión, pero la edición cojea en varios aspectos. El índice no recoge la numeración de las páginas. Tampoco se datan las historietas recopiladas y las fuentes de las que proceden. En el prólogo, a cuatro columnas y… ¡sin un punto y aparte! Se comentan algunos aspectos, pero echamos en falta una visión más pormenorizada de cada historieta que contextualice su significado, que en varias ocasiones es demasiado específico para el público francófono; o algunas de las circunstancias relevantes que rodearon a su realización. Esto es lo que se espera de un recopilatorio que repasa un período significativo de la trayectoria artística de un historietista y lo que dicho gran artista se merece.

 

AJUSTE DE CUENTOS - Nuevo Nueve