Anzu llega a un nuevo barrio, donde va a tener que buscar nuevos amigos y su nuevo espacio, pero llega con todas las dudas de la preadolescencia. Un día se cruza con un extraño perro que le roba el colgante con el amuleto de su abuela, y persiguiendolo acabará en un mundo extraño, lleno de kamis y yokais, en el reino de la oscuridad de la mitología sintoísta japonesa, donde tendrá que buscar la salida para regresar al reino de los mortales.

Nuevo libro de Mai K. Nguyen tras la tierna historia de Pilú de los bosques (La Cúpula/Brúfalo 2021), en esta ocasión sigue las aventuras de otra pequeña protagonista, Anzu, que viaja al reino de Yomi, poblado por kamis, yokais y otras figuras de la mitología japonesa que le enseñaba su abuela. Allí en compañía del guardián de las puertas entre reinos, un perro al que le falta confianza, buscará la forma de volver a casa, y de paso encontrar su lugar en el mundo, recuperando la identidad propia, saber quién quiere ser con la ayuda de la identidad cultural propia que la hace especial, y de la que no hay que avergonzarse. Una lección para que los peques busquen su propia identidad lejos de la presiones sociales de grupo, y de paso una gran ocasión para conocer más los mitos y leyendas de la mitología sintoísta japonesa ,también parte del legado de la americana vietnamita-japonesa Nguyen, que muestra la importancia de mantener las raíces de la cultura propia. Lo hace con una historia de aventuras en otro mundo, un clásico desde Alicia en el país de las maravillas, con un tono y un tema que es imposible no asociar a El viaje de Chihiro de Hayao Miyazaki (2001), con el que quizá comparte temática y el estilo de dibujo amable, pero que gira por otros caminos más de aventura clásica. Es divertido ver esos personajes de ojos grandes y línea amable, donde se mezcla la influencia manga con la ilustración infantil, como también hacen Jen Wang o K. O’Neill, enfrentados a la diversidad de yokais y kamis con una aspecto kawaii, comparándolos con los del maestro Mizuki. Mención especial el color de Diana Tsai Santos, que usa una paleta limitada de turquesas, púrpuras y naranjas que le da un tono fantástico y una ambientación especial al reino de la oscuridad, más onírico y alejado de nuestro mundo.

Anzu es una nueva heroína que deleitará a los jóvenes lectores con sus trepidantes aventuras, sobre todo a aquellos interesados en la cultura mitológica japonesa, llena de seres fantásticos y que también forman parte de la identidad de Nguyen.

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