En un futuro distópico la gran autoridad ha prohibido toda muestra de actividad cultural que no esté dirigida, promovida y controlada por el propio estado. Aunque la mayoría se encuentre aborregada y secuestrada bajo el gran poder del Estado y el orden establecido, siempre hay gente que se resiste. Gente que vive al margen de todo. Está es la historia que nos cuenta Don Rogelio J. en Desde Abajo, título del programa de radio que pilota un DJ que utiliza las ondas hertzianas para contrarestar a base de Rock and Roll la actitud represiva del poder.
El DJ de este programa clandestino es un lobo que se tiene que buscar la vida para encontrar el material ilegal para pinchar y evadir a la autoridad. El brazo armado de esa autoridad es una represiva y -literalmente- descerebrada policía, formada por huérfanos especialmente educados a los que se les ha extirpado la cabeza. Uno de los aciertos de esta historia reside justamente en ese detalle: que no muestra nunca a los poderosos, y que centra su narración en los grupos marginales resistentes y en la carne de cañón que el sistema utiliza como herramientas de su dictado. Una amalgama de personajes que pueden captar nuestra empatía o desprecio. Algunos de fisonomía realmente chocante, para que se hagan idea algo así como una mezcla imposible entre las galería de personajes de Makoki, el Fellini de Mamma Roma y la Parada de los Monstruos de Tod Browning. Personajes del submundo. Desde los insignificantes a los invisibles, desde los resistentes a los más manipulados, pero siempre dejando en la sombra al verdadero poder que es del todo inaccesible incluso para el lector.
Don Rogelio J., dibujante, tatuador y músico valenciano crea en Desde Abajo un escenario cruel, paródico, pero tan cercano a la realidad que asusta y lo hace con un dibujo sucio, de línea muy chunga, recordando al underground más macarra de finales de los 70 y principios de los 80 del siglo pasado. Una historia que podría ser el equivalente canalla del universo de Fanhunter de Cels Piñol si lo hubiese publicado en el Víbora de finales de los 70, bajo el influjo del Punk y las drogas. Una distopía al fin y al cabo hija -como todas- del ominpresente 1984 de George Orwell.
No es casual que haya un cómic alternativo combativo que recuerde a aquella época, aunque ahora sea en forma de un reflejo negativo, lo que allí era exploración de una nueva libertad es ahora lucha por no perder esa libertad. Nuestro presente es aquel futuro que el Punk decía no existía. De ahí que la rabia sea necesaria para contrarrestar un sistema que quiere aniquilar la cultura popular más reivindicativa. Contra esa apatía populista Don Rogelio J dibuja una parábola futurista donde puede que no ganen los “buenos”, pero al menos -sabemos- resiste una cierta actitud combativa.
Un tebeo publicado originalmente en grapa con tirada muy limitada y recopilado ahora por Autsaider, encargada de sondear el panorama del cómic underground patrio para recoger las obras más cañeras, violentas y alternativas de la escena y revestirlas en unas ediciones ultra cuidadas y plagadas de detalles de calidad (en este caso las paginas ribeteadas en negro). Una colección en la que encaja perfectamente este tebeo de Don Rogelio J., pura resistencia rocanrolera.