Un acto de justicia se practica con este cómic, que hurga en la huella del “imperio español” durante el franquismo en África.
Díez mil elefantes rescata las andanzas de Hermic Films, que anduvo en Guinea Ecuatorial para filmar la colonia española como lucimiento frente a otros países europeos que se disputaban el continente. Pere Ortín (Sagunto, 1968) y Nze Esono (Mikomeseng, Guinea Equatorial 1977) le dan la vuelta a ese trasfondo del que se han documentado profusamente para esta ficción basada en un hecho histórico. La voz narradora es la de Ngono Mba, uno de los porteadores de dicho grupo de expedicionarios. Ahora es una voz africana la que habla de lo que vió, la que reflexiona y juzga. Es ahora Africa quién devuelve la mirada (de ahí la portada) a un pasado colonial turbio que tuvo sus efectos, reemplazando el punto de vista tradicional de la memoria histórica.

Los autores proyectan la obra a base de episodios breves que se suceden como ráfagas. Pasajes que giran alrededor de temas puntuales y que permiten ir construyendo un gran relato de fondo, así como una fotografía de aquellos años y de la influencia invasora que cambió vidas y costumbres. La voz protagonista es honda y sabía. Es la de un hombre que  la ha visto y la ha vivido. Se practica así una distancia que permite cierta ecuanimidad y que aleja el relato de posibles polarizaciones.
Es un entretejido de ideas complejo y variado que sintoniza con la forma de la obra, una rica ida y venida de colores que aportan vida y tono.
Este es otro aspecto capital de la obra: una narrativa que emplea el color con un brillante efecto sinestésico, donde se palpa el clima y casi se siente la luz envolvente.

Siendo una obra que en su periplo habla de la religión, leyendas y creencias, destaca la profunda numinosidad que evocan muchos de los pasajes del dibujante. Más todavía accediendo a ello desde una técnica a bolígrafo de colores profundamente trabajada que va densificándose y mutando generando ritmos, tonos y atmósferas muy diferentes, insistiendo en la complejidad y en algo de inescrutibilidad.

 

Qué hacen los españoles en la selva?