Antes de ser la plataforma de lanzamientos espaciales de la ESA, la Guayana francesa fue una prisión en ultramar para muchos franceses hasta bien entrado el siglo XX. La vida en esos presidios abiertos formó una sociedad en sí misma, cerrada al exterior y muy dura en su interior, la esperanza de vida en la prisión era muy baja. Ese ambiente es el que presentan Fabien Vehlmann (Mont-de-Marsan, Francia, 1972) y Éric Sagot (Nantes, Francia, 1965) en Paco. Manos rojas, donde el protagonista es embarcado por un asesinato, y llega a la prisión donde su vida se transformará totalmente, y desde el inicio tendrá que tomar duras decisiones, como la de matar para no ser matado, o usar su ingenio para encontrar su lugar en el sistema de trapicheos que hay entre funcionarios y presidarios.

Vehlmann es un guionista consagrado en la industria francesa, y en esta historia opta por un guión narrado como una historia oral en primera persona. Paco está contando su experiencia en las islas de la Guayana, con dureza y sin ahorrarse detalles, una historia de supervivencia que sirve para documentar como era la vida en aquellas circunstancias, pero que con habilidad mantiene el interés del lector convirtiéndola en una historia de amor de fondo. Y es que el tema de la homosexualidad en las prisiones toma gran protagonismo en el relato. El dibujo de Sagot es particular, lejos del realismo, más tirando a la caricatura o el estilo Marcinelle, pero con un trazo muy personal, las narices de los personajes son particulares, y con un uso de tonos marrones como único color que funciona perfectamente para una historia seria y con tonos trágicos como está, algo que entronca con una forma de entender el dibujo y sus usos que surge con la Nouvelle BD, no por nada Sagot también es autor de L’Association.

Edición integral en gran tamaño la que trae Norma de esta obra, para aquellos que quieran una buena e intensa historia y saber más de la historia de las condiciones de la vida de los presos de ultramar.

 

PACO. MANOS ROJAS - Norma Editorial