Gente de aquí, gente de allí es el último libro de Quan Zhou Wu (Algeciras, 1989), tras sus anteriores libros donde contaba su experiencia personal en este se lanza al análisis desde un punto de vista más generalista, y para ello hace un ensayo sociológico pop en el que trata sobre la identidad. Un tema tan complicado como candente, que tiene muchas aristas y puntos de vista y que Wu centra en los aspectos más sociológicos, como el racismo y la normalización de la diferencia.

El libro se divide en dos partes reversibles, que toman dos puntos de vista. En gente de aquí se plantea como se crea y que significa la identidad nacional de una persona, desde un punto de vista más social que político y demuestra la falta de una definición concreta y definida de lo que es ser español y la imposibilidad de que exista. La otra parte trata de la gente que aún viviendo aquí parece no entrar en la primera categoría, de como se integran y a que problemas se enfrentan las distintas generaciones de inmigrantes y sus descendientes. A tenor de lo rápido que se ha producido el cambio social en España hay muchas cuestiones que resultan paradójicas, y todavía queda mucho por corregir para que los vientos que soplan ahora no deriven en situaciones más indeseables. Si la identidad es algo tan vaporoso, es fácil caer en el temor y el odio a lo diferente para tratar de defender algo intangible, sobre todo si hay quién saca rédito de ello.

Un tema complejo que Wu sabe tocar de forma amable y con mucho sentido común, con un libro ilustrado con mucho texto, donde la caligrafía y las ilustraciones de soporte ayudan a que se lea con simpatía, algo necesario para un tema espinoso, con la dificultad añadida de no caer en el aleccionamiento al lector, que podría alejarlo de la lectura y la reflexión que la autora busca. Wu sabe jugar con ese estilo gráfico amable y con su humor fino para que el mensaje llegue sin dificultad. Quizás le falte al libro un apartado de bibliografía donde listar las diferentes referencias, pero el formato reversible del libro parece que no dejó espacio para ello.