Pocos pueden dudar a estas alturas de la influencia que Hora de Aventuras ha tenido en varias generaciones de espectadores. La serie de Pendelton Ward llegó en 2010 para ponerlo todo patas arriba: redefinió el concepto de serie-infantil-que-pueden-ver-los-adultos, cuestionó lo que se podía hacer en una serie “para niños” con dosis tsunámicas de imaginación y cambió las normas para siempre demostrando que, en el fondo, no había normas.
Algunos ya éramos algo talluditos cuando se estrenó, pero cada genración de niñas y niños tiene su serie fetiche, esa que les marca y con la que crecen, y me atrevería a aventurarme que para Davilorium y Alba BG, (noms de plume de David Orellana y Alba Ballesta, autores de este Grog the Frog), Hora de Aventuras fue algo importante. Si más no, algo de ella marcó su visión artística, su concepción de mundos, su manera de entender el dibujo y la escritura.
En Grog the Frog – El libro de Tauro conocemos a Grog, un mago raniforme que emprende un viaje para celebrar un importantísimo ritual: ver la lluvia de las Perseidas. En su camino se cruzará con toda clase de seres, recorriendo un mundo donde conviven sortilegios y vehículos voladores, videojuegos y espadas, centauros y radares al más puro estilo Capsule Corp.
Y ya está, la sinopsis cabe en un post-it de los pequeñitos. Y es que el argumento es un McGuffin de manual, una excusa para desplegar ante nuestros ojos un festival gráfico y narrativo de primer orden. Cada página de Grog the Frog es un festín para la vista, lleno de personajes de diseño increíble, soluciones visuales ingeniosas y diálogos rápidos y divertidos. El camino que emprende Grog es la manera que los autores tienen de desplegar ante nosotros un mundo de posibilidades infinitas.
Daviolirium y Alba BG firman juntos como guionistas y dibujantes, y echando un vistazo a sus trabajos por separado resulta difícil saber quién ha hecho qué, por lo que se intuye que ambos se han repartido las tareas como un solo autor de dos cabezas. Si es así, la capacidad de trabajo en equipo es asombrosa, ya que el nivel es altísimo para una primera obra. Se nota también su formación como animadores, desarrolladores de videojuegos o trabajando nada menos que para Cartoon Network, en cuanto cada viñeta podría ser una captura de una serie de animación, por lo dinámico y expresivo de cada una.
La capacidad para crear mundos de estos dos autores se revela como su mejor baza, sobre todo si tenemos en cuenta que estamos hablando de su primera obra. Luego te da por investigar un poco y empiezas a ver a Grog en memes, posts de Instagram, ilustraciones e incluso peluches o cartas de Tarot. Descubres que el personaje ha ido creciendo y creciendo en paralelo al cómic, y tal vez de ahí venga la soltura gráfica y de construcción de personaje que presenta la obra.
Resulta llamativo el proceso que se ha dado con este personaje, que ha tomado forma a la vez en cómic y en todo tipo de productos paralelos, creando un mundo que va más allá de las viñetas. Una manera transmedia de entender el cómic que amplia sus horizontes y es capaz de mantener a los lectores saciados entre aventura y aventura. Sin duda, Davilorium y Alba BG han apostado por la creación de todo un mundo que puede traerles muchas alegrías (y a la postre, a nosotros como lectores).
Grog the Frog – El libro de Tauro será para muchos el primer paso en un mundo fascinante, con un lore inacabable que puede dar mucho de sí. El único pero que se le puede poner a la obra es que se termina demasiado pronto, dejándonos con ganas de más. Por suerte, el mundo es tan vasto que las redes saciarán nuestras ansias antes de su próxima aventura en cómic, que esperamos que acabe llegando más pronto que tarde. Sus autores han expresado el interés de crear una serie basada en los demás signos del zodíaco y ojalá se convierta en realidad, el mundo que han construido en estas páginas sin duda merece muchas visitas más.
Grog the Frog llega a España (aunque sus autores son andaluces, se publicó en origen en USA) de la mano de La Cúpula, siempre con buen ojo para detectar fenómenos como este, en un tomito precioso de tapa dura con un precio bastante ajustado, en papel grueso y poroso y una impresión que recuerda a la risografía y que sienta como un guante a la obra. Incluye extras en forma de fichas de personajes e ilustraciones y unas guardas que son para mirarlas mil horas. ¡Una preciosidad!