En la Italia de finales de los setenta, Ernesto viaja a Malanotte, su pueblo natal, para hacer una tesis sobre el folklore autóctono y las leyendas olvidadas. Sin embargo, los habitantes no están demasiado contentos con que esté husmeando en sus secretos, haciendo que el ambiente se vuelva siniestro.

En los últimos años ha habido una proliferación del folk horror en la ficción, desde 2015 hemos recibido las películas La bruja, Midsommar, El faro, Lamb, El ritual o Apóstol, entre otras. En 2021 se publicaba Villanueva de Javi de Castro, un cómic ambientado en un pueblo de Castilla y León. El año pasado se lanzó el videojuego Saturnalia, también italiano, el cual nos llevaba a la zona de Cerdeña, a un pueblo en que se está llevando a cabo un siniestro ritual.

Malanotte sigue esta misma estela del folk horror usando la figura del extraño, el extranjero, como personaje central. Aunque Ernesto vivió en el pueblo, su salida de él para estudiar en la ciudad ha hecho que esté apartado de las reglas internas, siendo recibido con una cierta desconfianza. Esto hace que se produzca una alienación en nuestro protagonista, el cual se verá apartado de los chismes y costumbres locales. A esta incomodidad se le une una evidente presencia que acecha los paseos de nuestro protagonista. Todo esto representado en un más que adecuado blanco y negro.

El dibujo de Malanotte es expresivo y suelto, un gustazo de ver. Cada personaje tiene una cara y una tipología corporal distinta, haciendo que sean fáciles de distinguir en un elenco más o menos grande para un tomo único.
La acción se secuencia en viñetas bastante grandes en las que se aprecia bien los fondos, dedicados a las calles estrechas del pueblo. El uso de la sombra es magistral, con unas estupendas escenas en penumbra en las que muchas veces es difícil saber si algo es una cara o simplemente un rincón mal iluminado.

Malanotte usa el terror para hablar del miedo a lo desconocido, el prejuicio y la violencia que se puede originar en un pueblo pequeño. Un cómic siniestro y trágico que saca muchísimo provecho de su paleta monocromática.