Los prejucios no suelen funcionar para nada, menos aún a la hora de elegir un libro por la portada o el título. Básicamente porque el exceso de detalles a priori demasiado (digamos) cursis podrían hacernos descartar de entrada este fabuloso libro ilustrado que acaba de editar Impedimenta dentro de su colección La Pequeña Impedimenta, centrada en el público infantil.
El adjetivo fabuloso debe entenderse aquí en su vertiente etimológica (fabula/cuento maravilloso) puesto que -como en los mejores ejemplos que ha dado este género tan sumamente complejo e imponente que es el del libro ilustrado para niños- sus dos autoras, Amélie Callot y Geneviève Godbout, han sabido elaborar relato que combina perfectamente todos los elementos que hacen de un cuento una apasionante historia capaz de seducir a quién la escucha, o en este caso la lee.
Rosa a pintitas tiene las dosis justas de costumbrismo, la acción se sitúa en una pequeña población costera genialmente evocada en tres o cuatros detalles, sus personajes están perfectamente definidos. Las ganas de seguir conociendo los detalles de la historia y el tempo con el que se va desvelando ante nuestros ojos es otro de los logros. La calidad del texto de Amélie Callot así como la del portentodoso dibujo a lapiz y pastel de Godbout; ilustradora fuertemente influenciada por Mary Blair. Godbout ha trabajado en la prestigiosa colección Little Golden Book, que formó parte de la escuderia de la editorial quebequesa La Pastèque, donde publican en otros Michel Rabagliati y que actualmente colabora con Disney.
Casi siempre apelamos a Maurice Sendak y a su Donde habitan los monstruos cuando intentamos resumir todo lo que debe tener un buen cuento ilustrado, hay más ejemplos por supuesto, como Irene la valiente de William Steig (que por suerte ahora va a rescatar Blackie Books). Son algunos de los referentes que vienen ahora a la memoria por que ambos tiene esa cualidad que también se puede vislumbrar aquí: ese extraño fenómeno que empuja al joven lector que -conocedor ya del desenlace tras un primera lectura- pide constantes relecturas.
No se dejen engañar por los prejuicios, aquí hay una buena historia magistralmente contada y dibujada.
Rosa a pintitas
Amélie Callot y Geneviève Godbout
Impedimenta 2018
Por F. Sagaz
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