Melvina está cansada de que los mayores tomen decisiones que le implican sin consultarla. Ojalá fuera mayor para poder decidir por ella misma. Aunque a veces los deseos son peligrosos…como descubrirá cuando visite por azar el reino de Masaca de la mano del anciano Otto, y tenga de derrocar al malvado Malcape, que ha engañado a mucha gente cumpliendo sus deseos con artimañas.

Melvina es el alter ego de la propia Rachele Aragno (Toscana, 1982), que plasma en esta, su primera obra larga, un personaje que lleva creando desde su adolescencia. Y la lleva a un mundo paralelo, en la tradición de la Alicia de Lewis Carroll.
Aragno construye su propio universo onírico lleno de referencias psicológicas para tratar el tema de los deseos, los reencuentros con seres queridos, y sobre todo un alegato y una defensa al respeto de los tempos y decisiones de los niños, que tienen todo el derecho a disfrutar de su condición sin tener que hacerse adultos a una velocidad acelerada e impuesta por una sociedad pasada de vueltas.
Un cuento lleno de fantasía e imaginación, con toques de suspense que mantiene en tensión al joven lector, atrapado a la par por las bellas acuarelas de Aragno.