Los 13 mejores cómics infantiles y juveniles de 2020

Wang mantiene y va depurando el dibujo amable que ya hemos visto en el Príncipe y la Modista (Sapristi, 2018) y usa una paleta de colores algo más apagada. En una lectura más adulta hay también cierto interés en el trasfondo que deja entrever cómo es la actual sociedad chino-americana. Destellos es su obra más personal y al mismo tiempo la más centrada en un público joven, un trabajo sincero que agradecerán sus lectores. (Leer toda le reseña)

Si el dibujo se mantiene, Gigi marca el cambio de escenario con la paleta de colores; aquí los tonos azules predominan, con escenarios nocturnos y de fondo marino, una diferencia notable respecto a los tonos más cálidos del tomo anterior. Lo que sigue invariable es ese humor absurdo que da vuelta a los tópicos heroicos y al mundo de los videojuegos, un humor blanco apto para todas las edades, que no es sencillo hacer funcionar tan bien como lo consigue Gigi con su conejo Pepino. (Leer toda la reseña)

Lori Mortensen y Chloe Bristol repasan la biografía de uno de los autores de cuentos más importantes que ha dado la literatura norteamericana. Este libro ilustrado consigue en pocas páginas acercarnos a algunas de las claves del particular universo creado por Edward Gorey; desde su pronta iniciación literaria (aprendió a leer por su cuenta a los tres años) hasta su pasión por el ballet clásico o sus trabajos de ilustración para las obras de T.S. Eliot, Dickens, Bram Stoker o Lewis Caroll.
Excepcional introducción a la obra de un autor clave para entender a creadores como Tim Burton.

El Hematocrítico (alias de Miguel López, A Coruña 1976) se une a los lápices de Albert Monteys (Barcelona, 1971) para crear Leyendas del Recreo, del que han salido los dos primeros números. Un cómic para primeros lectores que presenta una viñeta por página. Si ya de por sí el Hematocrítico (autor de varios libros infantiles y profesor de primaria) domina el humor para las más peques, la alianza del dibujo de Monteys convierten al tebeo en un valor seguro. Bien es sabido que Monteys es ahora mismo el mejor diseñador de personajes que se puede encontrar.
Un giro al mundo superheroico en los patios de colegio que gira entorno a la hipótesis de saber qué pasaría si alguien decidiese batir el récord mundial de escondite.

Termina el primer ciclo de la chica insecto más despierta de este lado de los Pirineos. No es fácil acabar con un enemigo tan execrable y megalómano como el que le ha tocado a Lily. Y mucho menos, liberar a nuestra especie de la esclavitud, al tiempo que reencuentra a su madre descarriada y le pone el pie en el cuello a la mala bestia de su padastro. Nada volverá a ser como antes para la humanidad, pero tanto da, porque Lily promete nuevas aventuras en este flamante universo mutante ¿Quizás un cruce con el rico mundo de las bacterias? Con Lily y los inventos de su abuelo, todo es posible.

El verano como metáfora perfecta para evocar el siempre complejo paso de la niñez a la adolescencia de dos amigas.
Esta novela gráfica elude los lugares comunes y adopta un enfoque sobrio con pinceladas de humor.
Shhh nos remite a obras cómo Aquel Verano de Mariko Tamaki y Jillian Tamaki o los geniales episodios memorialísticos de Michel Rabagliati.
Destaca el dibujo de Winsnes y la peculiar puesta en página de algunos pasajes. El libro le valió a la autora varios premios, entre ellos el del Ministerio de Cultura de su Noruega natal.

En este segundo número de Imbatible las bases están más asentadas y las historias son más largas. El ingenio narrativo de Jousselin no baja de intensidad, no es de extrañar que esta sea una de las historietas estrella dentro de la revista infantil francesa Spirou. Imbatible viene precedido por haber sido galardona con el premio al mejor cómic juvenil 2020 en la prestigiosa feria de Bolonia.

 

El dibujo dulce, redondeado de Camille Jourdy puede confundir y llevar a pensar que este es un álbum dirigido a los lectores más pequeños. Pero su aspecto loco, de aspecto desordenado, su lógica invertida y la violencia latente, permiten que tanto adultos como niños disfruten a su manera de los giros y  los sentidos de la lectura. Una más que recomendable lectura merecedora de todos los cumplidos que ha recibido hasta ahora. (leer toda la reseña)

El talento de Raina Telgemeier viene avalado por la cantidad de premios que ha recbido su trabajo: ha cosechado varios Eisner por sus obras anteriores (¡Sonrie! y Hermanas) y en 2020 se llevo dos más por este ¡Coraje!. Pero su éxito se debe también -y sobre todo- por la gran cantidad de lectores que la autora ha sido capaz de cultivar gracias a su capacidad para conectar con el mundo y las inquietudes de los pre-adolescentes. Sus relatos se basan en su propia experiencia juvenil (aquí el duro escollo de sufrir un tipo de ansiedad, la emetofobia: término clínico para denominar el miedo al vómito) y son una excelente puerta de entrada a la novela gráfica de calidad.

A medio camino entre las tiras literarias de Tom Gauld y el ingenio de Genichiro Yagyu este pequeño libro (cuidadosamente editado por Pastel de Luna) de Shinsuke Yoshitake es un auténtico despliegue imaginativo alrededor del mundo de los libros.
En la pequeña librería despachan desde robots que ayudan a la lectura -tapándote las orejas para que no te molesten los ruidos o animándote para no perder ritmo- hasta un fantástico Transformador de Portadas que te ayuda a cambiar la portada de tus libros más cutrongos por libros “interesantes” ya sea para cuando tengas visitas en casa o por si te avergüenzas de leer libros de autoayuda en público.
Indispensable para cualquier amante de la letra impresa.

Cuando pensábamos que nadie alcanzaría esa mezcla de humor, gamberrismo y desfase que consiguió Anouk Ricard con Ana y Froga de repente aparece este Avni para volvernos a sorprender y, dicho sea de paso, dar esperanza a aquellos que creemos en un cómic infantil alejado de la ñoñería y lo políticamente correcto.
Enmarcado en el ámbito de la tira clásica, con una capacidad pasmosa para sorprender a pequeños y mayores, Avni promete y mucho, en su país de origen ya van por el tomo 7…

En este año de auténtica desolación global una de las pocas y gratísimas noticias fue el genial rescate por parte de Norma de las tiras de Leo Verdura en un tomo integral de casi 500 páginas.

Recuperación necesaria de uno de los grandes personajes de los años 80 y 90. Buque insignia del suplemento El Pequeño País, en un momento en el que la prensa apostó por el cómic para todos los públicos, Leo Verdura es, como su nombre indica, un felino vegetariano creado por el navarro Rafa Ramos. Es, además, una serie coral llena de brillantes momentos que une generaciones ofreciendo a cada edad un motivo diferente para la risa. Un integral impecable de un clásico que rehúye la nostalgia manteniendo intacto su dinamismo.

Este 2020 nos dejó, entre muchas de sus malas noticias, la de la muerte de la editora Barbara Fiore a la que debemos, entre otras muchas cosas, el descubrimiento de Hilda. Catapultada ahora por el éxito de una serie de animación, Hilda es uno de los personajes del cómic infantil más importantes de los últimos años. El peculiar universo creado por Luke Pearson, a mitad de camino entra la tradición escandinava y los juegos de rol,  vuelve aquí a deslumbrar al lector, en esta su sexta entrega de la serie. Gracias Barbara.