Este interesante cómic me ha despertado la curiosidad sobre los cómics de trasfondo penitenciario y bastantes lecturas después resuelvo que estamos ante una pieza única por muchas razones. Perpendicular al sol cuenta la historia de la relación de amistad por carta entre la autora y Renaldo McGirth, condenado a muerte en Estados Unidos y en prisión desde la condena.
Valentine Cuny – Le Callet (París, Francia, 1996) adapta el género epistolar en esta biografía de dos, dicha así porque va más allá de la autobiografía de la autora, que se entrega en aportar vida e ilusión a través de los textos e imágenes que comparten. Una ventana a la libertad a través del arte.
La propuesta de la obra tira por una suerte de “free form” basado en el cuaderno o diario, como han hecho Emil Ferris o Nora Krug, y que permite alojar imágenes, textos, documentos o representaciones de estos mismos y jugar al tránsito entre la realidad y la evocación. Me ha parecido una elección muy acertada, no solo por la libertad que ofrece a la autora para contar su historia sino por el irónico contraste amargo que encierra al ser su objetivo contar los límites de una vida en cautiverio.
Durante más de cuatrocientas páginas vamos a acompañar a la autora en las idas y venidas de su relación con McGirth, que retratan los estados de ánimo de ambos, pero también alojan un ensayo sobre las condiciones de vida en prisión, así como cuestiones sobre el racismo o una burocracia absurda. Haciendo una obra tan intimista como de vocación política.
Con esa naturaleza híbrida Perpendicular al sol se convierte en una experiencia gráfica comprometida, ejecutada con técnicas variadas, destacando por su empleo del negro y por su dominio y distribución de los espacios en página para que todos los elementos hablen.
No se me ocurre ahora mismo una obra tan a contracorriente de los tiempos en los que vivimos, entregados a la fugacidad, la búsqueda de satisfacción inmediata y las relaciones pasajeras: la entrega, la paciencia y el cariño brotan aquí como una rara flor.