Desde que subió el nivel del mar, la mayoría de los humanos ha abandonado la Tierra. Una mujer, de las pocas personas que se han quedado, viene de la ciudad para visitar a un viejo amigo a su pueblo.
La playa más bonita del mar del Norte es un cómic postapocalíptico pero con un punto costumbrista, como los mangas Yokohama Kaidashi Kikou (que espero que licencien en algún momento) y Girls’ Last Tour o en el primero libro y luego serie Estación Once. Me resulta muy interesante esta forma de plasmar el desastre, en contraposición con obras como The Walking Dead o The Last of Us, en las que vemos un mundo más individualista y agresivo.
El estilo de dibujo resulta bastante cinematográfico, entre sus inspiraciones, la artista Sun Bai cita la obra de Hong Sang-soo, cineasta coreano.
Podremos apreciar mucho plano general con bellos paisajes abiertos y vacíos y primeros planos de los personajes deambulando por este mundo, acentuando su soledad.
El trazo, limpio y de línea fina, sin mucha gestualidad, recalca el carácter frío, incluso aséptico de la obra. Hay una cierta distancia entre personajes y el espectador, como si nunca pudiéramos llegar a saber muy bien qué es lo que están pensando exactamente. En el color nos encontramos con tonos de azules y morados, en lo que parece risografía, haciendo que la atmósfera sea intimista e invernal.
La playa más bonita del mar del Norte es un cómic evocador y retrospectivo, pausado. Partiendo de una premisa postapocalíptica bastante dramática, nos encontramos una obra suave y profundamente melancólica. Un ejemplo más de la versatilidad que tiene el género de la ciencia ficción. Voy a estar pendiente de la carrera de sus dos artistas.