La Gran Guerra se ha tratado desde mucho ámbitos dentro de la industria francesa del cómic. Jacques Tardi lo ha dicho/dibujado prácticamente todo, sin histrionismos y sin pompa épica en un ejercicio deslumbrante que acercaba al lector a la crudeza de una de las contiendas más sanguinarias que han sacudido a Europa y al mundo; cerca de 30 millones de soldados y civiles dejaron su vida. Más recientemente Guillaume Bouzzard con sus ácidas tiras de Les Poilus, publicadas en las páginas de Fluide Glacial, aportaba otra perspectiva que se alejaba del relato descarnado para centrarse en el sinsentido de la guerra mediante el humor. Nuestra madre la Guerra retoma este tema capital de la historia contemporánea de Europa desde un prisma nuevo que mezcla a partes iguales crónica histórica, costumbrismo, tensión y suspense.
El punto de partida aquí es la historia de un gendarme que investiga una serie de asesinatos producidos en el frente de Champagne durante el invierno de 1915. Una aproximación que pone el foco en el impacto emocional de los protagonistas directos del conflicto y se aleja del lenguaje de la historia bélica convencional. El campo de batalla se traslada a las luchas internas que sufren cada uno de los personajes de esta obra de tintes casi corales.
Originalmente publicada a través de cuatro tomos, Ponent Mon editaba el pasado 2017 la versión integral de esta serie. Una recopilación que permite la lectura de una tirada de un cómic con una trama genialmente trenzada por Kris (1972, Brest, Francia) que bascula entre varios ámbitos y registros, acompañada por el espectacular dibujo de tintes realistas y de una calidad pictórica excepcional de Maël (1976, Saint-Martin-d’Hères, Isère, Francia), uno de los dibujantes franceses más cotizados del momento.
Casi 60.000 copias vendidas convirtieron en Francia a este cómic en el mejor homenaje cien años después del inicio de la contienda, de hecho su publicación coincidió con la celebración del centenario de la Primera Guerra Mundial en 2014. La obra ha dado para una exposición itinerante y para lo que se conoce en Francia como un hors série (annexo o especial) que recogía el testimonio de cinco protagonistas de la guerra del 14 que sirvieron de inspiración para la confección de esta monumental obra. Uno de los pocos relatos que soporta sin complejos la (siempre incómoda) comparación con la referencial obra de Jacques Tardi.
Nuestra madre la Guerra
Maël y Kris
Ponent Mon
Por Fernando Sagaz
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