Las figuras del autor y su musa, del profesor y su aprendiz o incluso de la mujer detrás del artista han rellenado páginas, lienzos y horas de metraje en el arte. Céleste y Proust, la novela gráfica de Chloé Cruchaudet (1976, Lyon, Francia) es todo y nada de esto a la vez. 

La obra nos cuenta la historia de Céleste Albaret, una joven campesina recién casada de 21 años que se convirtió en entregada asistente, ama de llaves, sirvienta, secretaria, confidente y amiga del escritor Marcel Proust.  Cruchaudet desgrana estos nueve años de relación laboral, que duró hasta la muerte del autor, para contarnos una historia de amistad a través de los recuerdos de la propia Céleste. La autora se muestra como una gran creadora de personajes y nos describe a la perfección esta relación contrastada entre una ingenua, pero a la vez inteligente y paciente Céleste y un autor de salud frágil, dandi acomodado y obsesionado por la búsqueda de la perfección en sus textos. Ecos de amor platónico, relación maternofilial y mito de Pigmalión recorren nuestra mente ante esta relación sincera, aunque desigual. Cruchaudet  no se limita a la esfera íntima y aprovecha para llevarnos de paseo por un París de clases a inicios del s. XX a través de sus deslumbrantes acuarelas, ligeras y delicadas.

Chloé Cruchaudet es dibujante de cómics. Estudió arquitectura y artes gráficas en Lyon y se especializó en animación en la academia parisina de Gobelins. Ha ilustrado álbumes infantiles en paralelo a la creación de cómics. El 2014 ganó el Premio del Público del Festival Internacional el cómic de Angulema con Degenerado (Dibbuks, 2014), obra con la que se dio a conocer en nuestro país.