Coco, el protagonista de Comprobando la realidad, es un joven que dedica a buscarse la vida, a pasar el rato con los colegas, a pinchar música en un local, a jugar a videojuegos, y a intentar ligar. La vida de un joven cualquiera, solo que él tiene la virtud de conseguir sueños lúcidos, es decir, que puede controlar los acontecimientos mientras sueña. Vive en un futuro con un punto distópico, donde las grandes corporaciones del entretenimiento dominan el cotarro. Coco se verá envuelto en una aventura llena de acción y enredos en torno al espionaje industrial. Y es que sus capacidades tienen un gran potencial: pueden transformar la industria de los videojuegos.

Comprobando la realidad es un relato cyberpunk pop, más cercano a Neal Stephenson que a William Gibson. Se publicó originalmente por entregas en -la mítica- El Víbora a principios de siglo; antes de la caída de las torres gemelas y de las crisis especulativas. Un momento en el que el futuro del siglo XXI todavía rezumaba positivismo a pesar de que cabía ya mucha crítica al capitalismo feroz triunfante derivado de los 90 del siglo anterior, donde el entretenimiento de masas -lleno de un falso hedonismo consumista- era una de las preocupaciones de una época en la que se hablaba mucho de televisión basura y nada de hipotecas subprime. En este entorno es donde surge la historia de Comprobando la realidad con guión de Mauro Entrialgo (Vitoria, 1965), veterano historietista (una entre muchas de sus facetas), muy conocido por sus páginas en el TMEO y El Jueves, donde demuestra ser uno de los más afilados observadores de los tics de la sociedad y que ya llevaba muchas páginas a su espalda entonces. En esta ocasión deja el dibujo en manos de Javi Rodriguez (Oviedo, 1972), que también era colaborador habitual del Víbora en aquellas fechas, antes de que diese el salto al mercado USA y se convirtiese en una de las estrellas de los cómics de Marvel.

En aquellas fechas reciben un encargo de El Víbora para hacer una historieta juntos, y es así como Mauro Entrialgo crea esta aventura de género, un thriller futurista donde intenta poner muchas de las cosas y conceptos que le interesaban en aquella época; como los videojuegos, la música digital, las tribus urbanas, los sueños lúcidos… Lo hace extrapolando las tendencias a un futuro cyberpunk, referencia clásica de la distopía capitalista cercana en la ciencia ficción, en clave de comedia de enredos con juegos matemáticos y juegos léxicos (palíndromos que hay que buscar en cada capítulo) creando una obra de entretenimiento pop con toques underground marca de la casa.
Javi Rodriguez se une al juego, en una etapa de su carrera en la que no dejaba de evolucionar, ya había sido nominado como autor revelación en el Saló del Cómic de Barcelona de 1999, y continuaba mejorando en el dibujo, con el que luego desembarcaría en Francia y más tarde en Estados Unido y con el que actualmente está creando maravillas superheroicas. Pero no solo el dibujo, la experimentación con la narración de las páginas y un uso del color espectacular, lleno de tonos vivos y colores básicos, que acompaña perfectamente al ambiente que propone Mauro Entrialgo, un color que ya anticipa lo que luego veríamos en sus cómics firmados para Marvel.
Celebramos el rescate de una serie originalmente serializada en las páginas de una de las revistas de cabecera de nuestros país que, lamentablemente y por unas circunstancias que nadie podía preveer en el momento en el que justamente apareció Comprobando la realidad, se vió obligada (como otras tantas) a echar el cierre.