Este es el segundo regreso al universo de Roco Vargas. Y si ya Júpiter (el primero) gozaba de una narrativa atípica, aquí efectúa una nueva pirueta. El futuro que no fue (no. 15) es una ficticia revista de historietas que homenajea las propias de los ochenta pero integrada dentro del mismo mundo de ficción en el que transcurren sus historias. Archi Cúper es un personaje recuperado de las páginas de los cómics de Vargas que ahora protagoniza una serie de historietas mezclando la ci-fi y el noir con un estilo que quiere recordar a las de Milton Caniff o Alex Toth, pero a todo color.
Torres borda el álbum acompañándolo de extras intercalados a los capítulos para recrear perfectamente una revista de cómics “de los ochenta” en el mundo de Vargas.
El fin del gran arte es un díptico sobre la creación artistica y los egos. La primera parte, “la obra”, nos presenta una obra en tres actos, sátira sobre el poder, la tiranía, las personalidades egomaniacas y el absurdo que construyen a su alrededor, a través de la parodia de Babar, el personaje de la literatura infantil. La segunda parte, “el autor” lidia con una tragicomedia, quizás autoparodia, de la vida cotidiana y mental del artista responsable de la primera parte, acaso el propio Pérez.
El exhibicionismo está en los cimientos de la obra y tiene muy en cuenta al espectador en el tour que ofrece a través de la ciudad ficticia de La Mala Pena. Sequeiros se recrea en una curiosa combinación alterna de practicar un sentido del espectáculo exultante y ejercer una mirada vouyeristica puesta sobre lo íntimo y lo oculto. En ambos casos ofreciendo ángulos que se pueden antojar tan jugososos como arácnidos.
Fiuuu y Graac es un paso más en la lógica secuencia hacia el arte desnudo y mínimo que recorre Max desde Vapor, Rey Carbón y su precedente más directo, la exposición Viñetas desbordadas en el Centro José Guerrero de Granada en 2019 , junto con Sergio García y Ana Merino. “Algo aprendí allí, porque Fiuuu & Graac no es más que un inmenso desbordamiento”, escribe el autor en su blog.
Bienvenida sea esta nueva parada hacia el vacío absoluto por el que circula nuestro autor más internacional
Con La mentira por delante Montatore ha conseguido, creo, algo inesperado. Normalmente tenemos la idea de que las biografías son algo denso, farragoso, que debe se extramadamente preciso y ajustado a los hechos. Trabajos que probablemente solo interesen a personas que ya están interesadas en la vida del autobiografiado. Las barreras de la alta cultura y el mundo literario y culto
Como en un videoclip de black/death metal, la sucesión de imágenes y cambios de escena tampoco deja respiros al lector para intentar poner las piezas en su sitio. En lo audiovisual se pueden buscar conexiones con Cronenberg por la afición por la transmutación de lo orgánico y su fusión con lo tecnológico; y con Rob Zombi por su pleitesia hacia el caos. Ya que entramos en la orgia de referencias, añadamos tambien los elípticos tebeos de David Sánchez y el fondo devastado de los de Peter Jojaio, también prolífico en el tono oscurantista.
¿Es esta la mejor historia que ha dado el cómic en este año loco?
Sinceramente, no veo lugar a dudas. Un viaje alucinante al fondo del dark web con tintes de distopia, bueno lo de distopia ya…hablar de zeitgeist sería más correcto.
Una síntesis apabullante de la locura desbocada en la que vivimos inmersos facturada con un grafismo demoledor.
A través de la historia de una familia -intercalada con piezas documentales- la autora recorre medio siglo de transformacion del levante español, desde el desarrollismo promovido por el franquismo que promovió la industria turistica hasta la actualidad. Sin la exposición de tesis complejas, “solo” con el retrato costumbrista, somos testigos de como, a traves de la promoción de lo turístico, el neoliberalismo destruyó y despobló el medio rural, arrebató la tierra de las personas, masificó las ciudades.
Otra obra imprescindible de Penyas que permite entender mejor en qué nos han convertido
Villanueva es una especie de Twin Peaks que esconde numerosos secretos, donde nada es lo que parece y he ahí una de las grandes virtudes del nuevo cómic de Javi de Castro, pues del mismo modo que la serie de Frost y Lynch no iba “solo” del asesinato de Laura Palmer, en Villanueva, Javi cuenta otra historia donde el horror no está en lo que se esconde bajo la iglesia, sino en lo que los personajes protagonistas ocultan en su interior, su lucha contra una visión tradicional, machista, patriarcal que pretende mantenerse generación tras generación, y que ahoga y atrapa a dos mujeres incapaces de salir de esa rueda, donde una ha de ser lo que ha de ser, y la otra es incapaz de soltarse los grilletes de una relación que no quiere.
Un tebeo confeccionado durante el confinamiento, con ciertas vicisitudes que se pueden leer en el making of que ha hecho el propio Sordo en redes sociales para promocionar su primera novela gráfica, y que también es de lectura muy recomendable.
El pacto es un sentido homenaje a Vázquez y el resto de autores de Bruguera, a su estilo de dibujo y a su sentido del humor, un tebeo que esperemos sea también un punto de inflexión, y por qué no, el inicio de una Nouvelle Bruguera como aquella Nouvelle BD francesa.
Podríamos hablar de las cuidadas tonalidades de su paleta para un “non..stop cómic” o del equilibrio de sus ilustraciones, pero el resumen es obvio: diría que solo en manos de Olivares Warburg & Beach podía alcanzar tales cotas de refinamiento visual. Y si Sylvia Warburg y Aby Beach jugaron con la forma y fondo de sus proyectos, Olivares y Carrión plantean hoy aventuras con el formato.
Entre el homenaje a los grandes de Bruguera (el Sir Tim O’theo de Raf o los primeros Mortadelo y Filemón de Ibañez) y lo mejor de las novelas detectivescas de Conan Doyle o Agatha Christie, Jali construye un artefacto con multitud de lecturas que encierra la poderosa capacidad de seducir tanto a los nostálgicos lectores de tebeos como a los jóvenes lectores.