Segundo álbum de Atom Agency, la serie de detectives en el París de los años 50 que recupera el sabor de siempre de la BD más clásica. En este capítulo tienen que encargarse de encontrar a la pequeña escarabajo del título, que es el apodo de una joven enfermera desaparecida durante la segunda guerra mundial, hechos muy recientes en la ambientación en la que se ambienta la serie. Pero esa trama parece más una excusa para desarrollar el universo de Atom y sus compañeros de fatigas que nos presentó en el álbum anterior. Así vemos los problemas y el gris pasado del padre de Atom, comisario de policía. Y las costumbres de la familia armenio-francesa del protagonista. Detalles y cruces que crean un universo en el que los personajes van ganando importancia sobre las tramas.
Se nota el cariño de Yann (Marsella, Francia, 1954) y Olivier Schwartz (Nogent-sur-Marne, Francia, 1963) en esta nueva serie, ambos veteranos de la BD y colaboradores habituales, con muchos álbumes del icónico Spirou a sus espaldas.
Yann domina el espacio, y genera tramas y giros a un ritmo endiablado, pasan mil cosas en este álbum, y todo en apenas 54 páginas. Y Schwartz sigue siendo el máximo exponente de la línea clara actual, heredero directo de clásicos como Joost Swarte o Yves Chaland, ha ido desarrollando un estilo propio preciosista y lleno de detalles demostrando de nuevo que es un referente de esta línea.
Es un placer sumergirse en la lectura de Atom Agency, esa sensación clásica, con aquel sentido de la maravilla, de que pueden suceder muchas cosas en pocas páginas, y todas enlazan con sencillez. Una forma atemporal de entender los tebeos, que a los lectores más veteranos les toca la fibra sin necesidad de caer en la nostalgia, y reivindicando la vigencia de una forma de hacer tebeos que todavía puede sorprender a nuevos lectores. Los álbumes de Atom Agency son pura BD y todo un caramelo.