En una mina francesa a principios del siglo XX hay cierta preocupación ante los nuevos artilugios que los dueños están haciendo llegar a la mina. Los sindicalistas ven una amenaza para sus puestos de trabajo. Otros ven una oportunidad para mejorar la vida de sus familias. La tensión sube hasta que sucede un accidente y un grupo de mineros queda atrapado en las profundidades de la mina. Y allí se encontrarán con unos habitantes subterráneos inesperados.

El mundo de las minas siempre ha sido origen de confrontación social, trabajadores que se juegan la vida en las profundidades para poner el pan en la mesa y que al mismo tiempo están dispuestos a cualquier cosa con tal de defender sus derechos. Romain Baudy coge a esos duros obreros y la lucha de clases para darle un giro al fantástico, con un poco de dieselpunk por aquí otro poco de enanos y seres primigenios por allá.

La magia de la BD de género es que todo lo puede. No deja de sorprender la manera en que Baudy es capaz de trasladar un tema como la lucha de clases Baudy y llevarlo al mundo de la fantasía. Una mezcla que también se ve en su estilo de dibujo, muy basado en la escuela clásica francesa, pero con un toque anguloso y algunos planteamientos de página que tienen la huella del comic-book americano.

Crítica social y fantasía, bien mezclados dando como resultado una aventura que resulta de agradable lectura, y que además deja un poso de reflexión.
La buena BD de aire clásico tiene estas cosas.