Descubrí a Jeffrey Brown mirando tebeos en una conocida tienda de Barcelona. Seguramente buscaba entre los tebeos de importación alguna novedad de Highwater Books, porque estaba medio obsesionado con todo lo que editaban desde que me regalaron Perfect Example de John Porcellino y me hice con Skibber bee bye, el increíble libro de Ron Rege Jr que todavía me rompe la cabeza. Y me encontré con Clumsy, que no era de Highwater pero merecía serlo. Como en el caso de Porcellino y Ron Rege, fue amor a primera vista. Aquel dibujo medio desastrado y su forma de explicar las relaciones de pareja (sin esconder nada: sexo, inseguridad, momentos embarazosos, pérdida de papeles y también juego, ternura, cotidianeidad, …) era justo lo que necesitaba leer y mirar. Fue la pieza que me faltaba para obsesionarme del todo con el nuevo tebeo norteamericano que de golpe sentía mucho más cercano que los ya casi tótems Chris Ware, Seth, Daniel Clowes, Julie Doucet,…
Me obsesioné, y por culpa de esa obsesión empecé a buscar y comprar toda antología donde saliese cualquiera de ellos. De los tres, Jeffrey Brown resultó de largo el más prolífico. Así que su aparición en los créditos acabó haciéndome gastar más dinero del que me habría gustado, pero también me hizo disfrutar como un enano. Porque a cada página que encontraba me hacia más y más fan. Cada vez dibujaba mejor y añadía más piezas a esa especie de puzzle que estaba creando con su propia vida.
Esas historietas eran más sintéticas e igual de complejas que sus obras más largas. Llegando a alcanzar cotas de intensidad en apenas dos páginas que hacia saltar las lagrimas por aquella cosa tan tonta y a la vez tan fuerte como es la identificación total. Las situaciones, los referentes, el sentido del humor. Todo en Jeffrey Brown acababa desembocando en ese estado de lelo pre-enamoramiento que te lleva a estar diciendo constantemente eso de “a mí también”.
Por eso es una suerte que aparezca algo como Feeble attempts, una recopilación de historietas repartidas en varias publicaciones: Porque sus apariciones en distintas antologías o revistas son muy difíciles de seguir (repito: son muchas), porque sirve de perfecta introducción al mundo de Jeffrey Brown, y porque, como es solo una selección, los seguidores compulsivos podemos, no sólo seguir diciendo orgullosos “pues su mejor historieta sale en el numero x de tal antología”, sino seguir con la esperanza de abrir cualquier revista y que aparezca una historieta que todavía no conocíamos. Todos contentos, vamos.
http://www.topshelfcomix.com
http://en.wikipedia.org/wiki/Jeffrey_Brown
http://www.margomitchell.com/thc/jb.htm