Bienvenidos al lejano oeste, donde cada día puede ser el último. El lugar donde tu mejor amigo es una buena montura y una buena puntería, tu seguro de vida.

Esa que cabalga hacia el ocaso es Coyote Doggirl, una jinete mitad perra mitad coyote, independiente y solitaria, que vive y viaja con la única compañía de su fiel caballo, Rojo. Doggirl y Rojo están a punto de descubrir que están siendo perseguidos por un trío de forajidos.

Así empieza Coyote Doggirl, una peculiar aventura que nos ofrece un viaje por las llanuras del far west en el que descubriremos la fauna (je) que puebla esta colorida versión del viejo oeste norteamericano y nos encontraremos con amigos, enemigos y muchos, muchos caballos.

Su autora, Lisa Hanawalt (Palo Alto, California, 1983), toma esta sencilla historia ambientada en el oeste como una buena excusa para explorar momentos personales en la vida de la protagonista, la Coyote Doggirl del título, averiguar cómo piensa y verla actuar ante situaciones adversas. Como en el far west, no hay un solo sendero a seguir y el hilo narrativo de esta obra no es un camino cerrado. Es más bien una excusa para que la protagonista recorra lugares y viva experiencias que le permitan interactuar con su entorno.

Páginas en mitad de la narración que sirven de inventario para contarnos qué llevan los personajes encima, pequeñas escenas mudas de caza y supervivencia o paseos al atardecer pueblan las páginas de la obra, sin ser estrictamente necesarias para seguir la historia, pero sí para componer algunos de los mejores momentos de esta. Casi como si la propia autora necesitase poner a Coyote Doggirl ante distintas situaciones para ver cómo reacciona y, así, llegar a conocerla un poco mejor.

¿Qué quiero decir con esto? Pues que la historia tiene el suficiente atractivo y las incógnitas necesarias para hacernos seguir leyendo hasta su conclusión, pero que el punto fuerte de Coyote Doggirl reside en los momentos en los que Hanawalt se “distrae” de la historia principal y nos deja disfrutar de los pequeños momentos de los personajes, de las conversaciones aparentemente banales o de los paisajes que la protagonista recorre en su aventura. Todo ello contado con un sentido del humor muy particular y un lenguaje directo que le permite reflexionar sobre temas como la soledad, el empoderamiento femenino o los lazos afectivos que creamos con quienes forman parte de nuestras vidas.

En Coyote Doggirl, Lisa Hanawalt utiliza todos los códigos de las películas y la literatura del oeste para jugar con ellos, retorciéndolos ligeramente para adaptarlos a su estilo y a la historia que quiere contar. Sí, aquí hay un jinete solitario, indios y persecuciones por el desierto. Pero el jinete resulta ser una mujer fuerte e independiente decidida a marcar su propio camino, los indios son una manada de lobos que disfrutan haciendo bromas y las persecuciones no terminan como el cine del oeste nos tiene acostumbrados.

Aunque esta es su primera obra en editada en español, Hanawalt lleva ya una década publicando sus propios cómics, trabajando como ilustradora y dedicándose al que tal vez sea su trabajo más conocido de cara al gran público, creando, produciendo y diseñando la serie Bojack Horseman para Netflix, además de la más reciente Tuca y Bertie.

Quienes conozcan el estilo de Hanawalt por estas series ya saben qué se van a encontrar, gráficamente hablando, en las páginas de este cómic: animales antropomórficos que se comportan como humanos, trazo sencillo y colores vivos y llamativos que inundan algunos de los momentos más bellos del tebeo, esos en los que los personajes corren o pasean por paisajes desérticos de colores imposibles.

Una autora con una voz propia muy potente, un sentido del humor muy particular y un excepcional dominio del color y los recursos narrativos del cómic

Por cierto, si os preguntáis si Coyote Doggirl se parece en algo a Bojack Horseman, sí, se parecen en algo: en las dos hay caballos. No obstante, no encontraréis las altísimas dosis de angustia vital y depresión de la serie de animación. En cambio, descubriréis una faceta nueva de una autora muy interesante, con una voz propia muy potente, un sentido del humor muy particular y un excepcional dominio del color y los recursos narrativos del cómic.

Coyote Doggirl nos abre las puertas al interesantísimo mundo de Lisa Hanawalt, un mundo que ojalá podamos seguir visitando próximamente: Hanawalt es una excelente autora que vale la pena tener en nuestras estanterías.

De momento toca disfrutar de este Coyote Doggirl. Publica Astiberri en un formato compacto y manejable, tapa dura y precio ajustado, ideal para leer al atardecer, mirando al infinito y deseando que nuestra puesta de sol sea de repente tan bonita como las de la buena de Coyote Doggirl.