En honor a la verdad, a simple vista “Inner city blues” no me atraía lo más mínimo. La misma idea de recuperar según que subgéneros me parecía un poco hortera. El dibujo parecía salido de un mal intento de modernizar alguna conocida marca de refrescos a ritmo de funky setentero pésimamente digerido. Pero el tebeo tiene el mismo nombre que una canción de Marvin Gaye, una razón muy tonta para acercarse a cualquier cosa, pero que le vamos a hacer si uno es así de burro. Además, tengo cierta debilidad por el cine Blaxploitation desde que, a raíz del estreno de “Jackie Brown”, la televisión pública recuperase varias de esas películas en sus sesiones de madrugada. Y la verdad, me alegro, porque “Inner city blues” está muy bien.
Los hermanos Brown son dos ladrones de coches de Inner City que cometen el error de robarle el coche a uno de los cabecillas de la mafia local. A cambio de no matarles, les pide un favor que les acaba convirtiendo en algo así como sus matones promesa. Con este punto de partida, Brüno y Fatima Ammari montan una historia perfectamente contada en tres capítulos de estructura zigzagueante. Me explico. Cada capítulo vuelve sobre el anterior, explicando pedazos de historia hasta llegar al final con todas las piezas. Lo mejor y más difícil es que en ninguno de esos capítulos se da uno cuenta de las piezas que faltan y no acabas de saber que es lo que va a pasar.
Por su parte el dibujo, aunque en principio poco atrayente, siempre está muy a favor de la historia, explicando también perfectamente cada giro y dejando espacio para que todo siga adelante. Eso sí, en los momentos en que se suelta un poco más da una de cal y otra de arena (muy bien el combate de boxeo, tirando a feos los momentos con bailarina), aunque siempre se le nota disfrutando. Un muy buen tebeo de entretenimiento.