El último trabajo de Max abre con un fragmento de La costurera y el viento, novela breve de César Aira, donde el viento se convierte en protagonista. Precisamente el viento es Fiuuu, uno de los dos protagonistas del cómic. La otra es Graac, una corneja con muy mala luna, enfadada con todo y con todo el mundo, pero sobre todo,y sin propósito, con el elemento atmosférico antes citado. Fiuuu & Graac es un delicioso slapstick, acción pura, y un paso más en el particular viaje de Max hacia el tuétano de la historieta o -quizás- hacia su asesinato, como proclama el texto de contraportada, citando a Joan Miró, otra inspiración en la carrera artística de Francesc Capdevila (Barcelona, 1956).
Sin viñetas ni recuadros, sin globos, sin diálogos, sin fondos, sin detalles, Max se propone convertir al viento en un personaje de cómic y dotarlo de expresividad, sin ponerle ojos, ni cara ni forma antropomórfica.
El nuevo libro de Max llega en catalán y castellano a través de una subvención a la creación artística que convocó en el año de la pandemia el Instituto de Estudios Baleáricos. Este tipo de ayudas directas a artistas, sin contrapartida y con el objetivo de poder centrarse en la creación, son la única forma efectiva que tiene la administración pública de ayudar al sector. Un sistema bien establecido de becas a la creación cambiaría el panorama artístico de pura cepa en un período de tiempo relativamente breve.
Fiuuu y Graac es un paso más en la lógica secuencia hacia el arte desnudo y mínimo que recorre Max desde Vapor, Rey Carbón y su precedente más directo, la exposición Viñetas desbordadas en el Centro José Guerrero de Granada en 2019 , junto con Sergio García y Ana Merino. “Algo aprendí allí, porque Fiuuu & Graac no es más que un inmenso desbordamiento”, escribe el autor en su blog.
Bienvenida sea esta nueva parada hacia el vacío absoluto por el que circula nuestro autor más internacional.