La primera vez que entré en contacto con el mundo lolita fue al toparme con el primer tomo de Rozen Maiden. Por aquel entonces me pasaba los fines de semana en la sección de cómic de las librerías buscando nuevos mangas en los que meter el hocico. Si bien la historia de Rozen Maiden no me gustó nada, estaba completamente fascinada por aquellas muñecas con tirabuzones y vestidos llenos de volantes y lazos. Como la compra por internet no estaba tan arraigada como ahora y los vestidos eran demasiado caros para el bolsillo de una adolescente, me contentaba con hacer mis propias diademas con encajes, calaveras de pasta de papel y una pistola de pegamento. A pesar de que ya han pasado más de diez años, sigo conservando un rinconcito especial para la estética lolita.

Bellezas Malditas es el trabajo conjunto de Jane Mai (autora de cómics como See you next Tuesday) y An Ngyuyen (que ha escrito una tesis doctoral sobre la subcultura lolita). En este libro se recopilan ensayos sobre el movimiento lolita, desde lo más obvio (qué es, cómo surge, los distintos estilos) a cuestiones más complejas (relación entre lolita y feminidad, su carácter excesivamente materialista). Estos ensayos suponen uno de los primeros registros que hay de esta moda en castellano. A pesar de que esta estética urbana se popularizó a finales de los 90, sigue sin estar debidamente documentada. El libro también sirve como catalizador de los sentimientos de las creadoras, explicando cómo empezaron en el lolita, por qué les gusta y hasta qué punto les satisface. En esta parte vemos las distintas intersecciones de la cultura lolita con la otaku a través del manga y el anime, con la kawaii y la shojo o con el movimiento musical visual kei.

Intercalados entre los ensayos nos encontramos con cómics guionizados y dibujados por ellas. Estos cómics, dibujados en blanco y negro con tinta y entramados, son una forma aún más abstracta y sentimental de hablar del lolita, tratando temas como la sensación de ser nueva en una comunidad y el elitismo dentro del movimiento. De hecho, en el dibujo se ve mejor la diferencia a la hora de aproximarse al tema, los de Jane Mai son oscuros y macabros y hablan del consumismo, mientras que los de An Ngyuyen son más adorables y tratan de las relaciones personales. 

El libro también incluye una entrevista y un ensayo escritos por Novala Takemoto, seguidor del movimiento lolita y conocido por ser el autor de Kamikaze Girls, una novela sobre cómo una lolita de un pueblo de Japón se hace amiga de una chica motera y que popularizó esta estética tras el estreno de la película que lo adaptaba. Takemoto defiende la idea de que no hay nada de malo en vestir así, si es lo que se desea, algo que Jane Mai recalca en su propio ensayo más adelante de forma irónica: “cómo se atreve alguien a llevar algo que se sale de lo ordinario solo porque le gusta”. El movimiento lolita puede ser frívolo y consumista, pero no deja de ser otra forma más de expresarse ante el mundo. Una especialmente linda, eso sí.