No lo abras jamás es una recopilación de relatos autoconclusivos, en ellos Niimura ha hecho su propia reinterpretación de unas leyendas japonesas. En el primero, que da título al volumen, se cuenta la historia de un niño pescador. La segunda llamada Nada, y la más cortita, cuenta las triquiñuelas de unos monjes. Y la última, La promesa, parte de un joven que decide ayudar a una garza.
Ken Niimura (1981, Madrid) da toda una lección de cómo captar el movimiento creando unas excelentes escenas de acción. El dibujo (de un estilo manga muy dinámico y suelto) se deforma continuamente acentuando la expresividad de sus carismáticos personajes. En el color nos encontramos con una combinación de blanco y negro y algunos acentos de rojo para recalcar las escenas más importantes.
Tras el estupendo Umami, Ken Niimura nos trae un igualmente excelente tomo de aventuras, divertido y ágil. Recomendable tanto para fans del autor como para quien se quiera acercar a su obra por primera vez.