Hace casi 30 años atrás -ahora no tengo claro si Paco Tovar, Jaume Pont o Pere Rovira- me dieron a conocer Jusep Torres Campalans, la biografía del ficticio pintor cubista de Mollerussa inventado por el maestro Max Aub. Hace unos días, aprovechaba las primeras horas del día para disfrutar con la lectura de El enigma Pertierra, un nuevo experimento de metaficción ideado por el difunto, Fernando Marías (Bilbao, 13 de junio de 1958. Madrid, 5 de febrero de 2022), ejecutado a nivel gráfico por Javier Olivares (Madrid, 1964).
Jusep Torres Campalans es un libro extraordinario, complejo, caleidoscópico, relleno de notas y apuntes, epígrafes y citas, envuelto de supuesta verdad. También lo es este título: Olivares, como Aub, se recrea con el artista ficticio (Joaquín Pertierra) y explora nuevos estilos y territorios gráficos, sean cubiertas de discos, películas o discos. Sentido homenaje al oficio de escritor, pero también al oficio que comparte el dibujante madrileño con el conjeturado bilbaíno.
Sólo por las veinte páginas de historieta ya vale la pena hacerse con el libro, pero no sólo; la serie de cubiertas, esbozos e ilustraciones, los textos que salpimentan la lectura y el cuidado diseño y tamaño abonan la lectura y el disfrute. Y quien quiera más que rebusque por mercados de viejo o por los Encants a la caza de alguna ilustración de Manolo Prieto o algún otro de los pioneros gráficos del diseño de este pedazo de tierra.