Siguen reapareciendo obras de ese genio del cómic que es Jan (Toral de los Vados, El Bierzo, 1939), en lo que parece ser un año en el que su obra está recibiendo el reconocimiento que merece. Ha sido protagonista del Salón del Cómic de Barcelona de este año, con la realización de su aplaudido cártel y la exposición en torno al 45 aniversario de Superlópez, su personaje más popular, que además este año está previsto llegue adaptado a las pantallas del cine. Parece que hay una tendencia que las editoriales con material de Jan intentan aprovechar, y en está ocasión es Planeta la que recupera a Superioribus, y nosotros que nos alegramos.

Superioribus fue publicado originalmente durante 1988, apareciendo en la página final de los tebeos de grapa de Fórum de las colecciones de la Patrulla-X y Los Nuevos Vengadores, como complemento a las aventuras de los personajes de Marvel. Antonio Martín editor de Fórum por aquel entonces volvió a convencer a Jan para que hiciese alguna historieta en sus publicaciones. Martín y Jan ya eran viejos conocidos, ya que fue uno de sus primeros editores, cuando tras regresar de Cuba Jan buscaba un espacio para hacer tebeos con su propio estilo. En 1988 Jan había superado la caída de Bruguera, y llevaba un año con la revista Superlópez en Ediciones B, justo en el momento en el que estaba iniciando una nueva etapa del personaje, más a su gusto, centrándose más en la aventura y menos en la parodia. A esa época pertenecen historietas como Al centro de la Tierra, Cachabolik Blues Rock, El fantasma del museo del Prado o En el País de los Juegos, el Tuerto es el Rey.


Decide crear Superioribus en esa época a petición de Martín, y el tono cómico y la parodia que estaba abandonando en Superlópez se trasladan a este nuevo personaje, con historietas de solo una página centradas en el gag.

Superioribus es un superhéroe muy de andar por casa, con unos problemas muy cotidianos que afronta con sus superpoderes, de forma siempre más o menos abocada al error. Curiosamente aparecen versiones de otros superhéroes de Marvel, como Spiderman, Hulk o el Capitán América, parece que aquí no tiene problemas de propiedad intelectual como los que sí tuvo al utilizarlos en Superlópez, y pueden compartir universo. De todas formas los chistes se centran en el costumbrismo, en contrastar la vida y los problemas de todos los días con los superpoderes de un personaje, que por otro lado tampoco es que tenga muchas luces. Y se alejan de la parodia o el chiste basado en los personajes de Marvel. Así Jan se hace suyo al personaje y lo lleva donde quiere. Aunque muchas veces ha declarado que lo suyo es contar historias más que el humor y los chistes:”No soy un enamorado de Superlópez sino de las historias que cuento con él” decía en una reciente entrevista. Quizás por ello Superioribus fue un personaje de vida breve: tan solo un año, apenas una cuarentena de páginas.


Recopilado en tomo por primera vez en 1999, se vuelve a publicar ahora en tomo 30 años después de su primera aparición. En esta ocasión lo hace a todo lujo, encuadernado en cartoné, con un tamaño de página mayor y con las tramas de grises restauradas. Una exquisita edición que permite apreciar el dibujo y la planificación de las páginas con la que estaba experimentando en aquella época Jan, un autor que nunca ha dejado de evolucionar y aportar nuevos aspectos gráficos a sus obras. Evidentes aunque más pausados en Superlópez, es posible que sea en estos trabajos más puntuales donde se pueden observar esos experimentos que poco a poco acaban formando parte de su estilo. En Superioribus consigue unas páginas divertidas, con un humor que sigue funcionando y con una dinámica de movimientos, de encuadres, de perspectivas, jugando con la página entera que en este tamaño se disfrutan doblemente.
Quizás Superioribus quede como una obra menor entre toda la producción de Jan, pero permite ver la evolución y el talento de Jan. Nunca está de más que podamos acceder a los trabajos de este referente del tebeo. Esperemos no sea la última recuperación, Amaníaco Ediciones parece estar preparando la restauración de una nueva obra, tras la celebrada y milagrosa edición de la historieta pérdida de Don Talarico El castillo encantado. Crucemos los dedos para que los responsables de la nueva etapa de Bruguera en Random House decidan continuar con la recuperación de Pulgarcito, ahora congelada.