Si ha habido un cómic que ha creado hype durante el confinamiento ese sin duda ha sido “El Murciélago sale a por birras” de Álvaro Ortiz (Zaragoza, 1983).
Aparecido inicialmente en redes sociales en plena fase 0, contando cómo Batman el Murciélago desafía la cuarentena en busca de birras por la ciudad y se encuentra con otras movidas. Un cómic paródico lleno de humor con un lenguaje coloquial lleno de localismos que hacen todavía más divertida sus aventuras.

Los editores de ¡Caramba! a las pocas entregas le vieron potencial para publicarla en papel, remasterizada, con algún que otro retoque y unas bonitas tintas azules.
Historieta inicialmente improvisada, que justamente por eso rebosa de una notable frescura narrativa a pesar de haber sido “parida” en un contexto de tremenda oscuridad, partiendo de un personaje icónico que hace funcionar la parodia a la perfección.

El murciélago es un multimillonario caprichoso, que desafía la ley y el sentido común por unas cervecitas. En definitiva, un fiel reflejo de la naturaleza humana: eso tan “nuestro” de querer siempre hacer lo que no se puede /debe, bordeando los límites de lo prohibido.

Un dilema de grises que ningún otro personaje podría reflejar mejor (ya conocen ustedes las empanadas mentales del Murciélago).
En definitiva, un tebeo muy gamberro y divertido que además quedará  para la posteridad como un gran souvenir de esta cuarentena.